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En la mente de los superhéroes

CIENCIA Y FICCIÓN

En la mente de los superhéroes

En la mente de los superhéroes

¿Qué mueve a Superman? ¿Qué ha hecho al Joker así de villano? Juan Scaliter y Manuel Cuadrado se cuelan en las mentes de los superhéroes para analizar su personalidad y explicar la física y la química del cerebro en su libro ‘En la mente de los superhéroes’.

Héroes y villanos. Pero también personas tras las capas, máscaras y poderes con sus miserias y sus grandezas, con su traumas y sus personalidades que les hacen ser cómo son. Eso es lo que han explorado Juan Scaliter y Manuel Cuadrado en su libro En la mente de los superhéores (Robin Book), una obra que tira del cómic y de sus protagonistas más famosos para analizar su personalidad y, de paso, explicar la física y la química del cerebro.

Bajo la premisa de qué convierte a una personal normal en un ser antisocial o en un genio o en alguien insensible, los autores desmenuzan de forma muy amena y divertida a Superman, Joker, Batman o Iron Man para hablar de qué les ha hecho lo que son a la par que abordan enfermedades y patologías neurológicas. “Teníamos una tabla con cuatro partes: emociones, capacidades, trastornos y accesorios de los superhéroes”, apunta Cuadrado. Después, escribieron las enfermedades que querían desentrañar y Scaliter “localizaba al villano o al héroe que podía servir de excusa para hablar de la histeria o la superinteligencia”, agrega.

Si hay un superhéroe que primero venga a la cabeza del gran público ese es Superman. Y Clark Kent, el prototipo de tímido, apocado y reticente a las relaciones y los problemas… hasta que se pone su capa roja. Los autores explican que sus poderes de visión se explican trascendiendo más allá de la ciencia ficción ya que las personas tímidas son especialistas en los detalles y, por eso, extremadamente inteligentes. “El tímido constantemente está observando y aprendiendo aunque no lo pueda manifestar y gracias a eso adquiere su inteligencia; un tímido nos ve mejor que cualquier otra persona”, matiza Scaliter. Y para ello, se apoya en estudios que afirman que las personas tímidas tienen las áreas encargadas de procesar la información visual particularmente activas mientras juzgan sutiles cambios a su alrededor.

Otro ejemplo sería Iron Man, con un claro síndrome de Peter Pan. Tony Stark se define en Los Vengadores como “serio, billonario, playboy y filántropo” pero los escritores van más allá y señalan que “Stark no se compromete: pese a haber atravesado una experiencia traumática como ser secuestrado, sigue siendo un vividor, tiene una inmadurez que, por un lado, lo hace insoportable, pero por otro lo hace entrañable”. Y aprovechan para explicar que las personas con síndrome de Peter Pan suelen ser “narcisistas, lo que implica una desfiguración (a mejor) de su propia imagen”, como encaja en este perfil. Respecto al Dr. Manhattan, el héroe azul de Watchmen que puede manipular la materia, matizan que su poder va parejo al gusto por el aislamiento y las tareas repetitivas y aprovechan esto para hablar del autismo. Mientras que en el caso de Batman, con su pasado trágico tras el asesinato de sus padres delante de sus propios ojos y su fobia a los murciélagos, repasan esas fobias o temores provocados por un objeto, ser o situación y estudios sobre tratamientos para vencerlos.

En el lado opuesto, en el de los villanos, nos encontramos con Joker y sus episodios histéricos. “La neurastenia no es una enfermedad como tal, sino una manifestación que brota en episodios más o menos prolongados, pero tras los cuales el sujeto siempre vuelve a la normalidad”, como aclaran los autores. Los síntomas dan sentido a la fea carita del Joker: dolores, palpitaciones, rigidez, desmayos, convulsiones y un etcétera que termina con la recuperación. La histeria también está relacionada con la disociación de personalidades.

Otros súpermalo es Harvey Dos Caras, cuyo comportamiento se podría asociar con la bipolaridad, Baby Doll que podría encajar en el perfil de una pequeña psicópata, o Rorschach, un antihéroe inmune al dolor o con síntomas de analgesia.

Por Prado Campos

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