Laia Sanz está más cerca del líder que en la edición de 2015

Laia Sanz sigue creciendo. Ya no es un titular de periódico, es el reflejo de lo que ocurre en el Dakar. Ha llegado la jornada de descanso y la barcelonesa, en su sexta participación en el raid más duro del mundo, está ya en el Top-20. Decimoquinta exactamente, pero las sensaciones van mucho más allá de un puesto en la general. “Estoy mucho mejor de lo que esperaba. Me siento bien porque, aunque no he sido octava o décima en ninguna etapa, estoy más cerca del grupo de gente a la que antes no podía ni seguir. Pero a partir de ahora habrá que ir con mucha calma. Creo que esta semana pasarán muchas cosas, se establecerán distancias grandes, y tengo que procurar que no me pasen a mí. Ni perderme, ni caídas e intentar cuidar la moto”, comenta la de Corbera de Llobregat

Laia está mucho más cerca del líder de la clasificación que el año pasado a estas mismas alturas de carrera. En 2015, al llegarse a la jornada de descanso (tras la etapa Antofagasta-Iquique), era 14ª en la general, a una hora y 23 minutos de Joan Barreda, que por entonces dominaba en la categoría de motos en su apasionante duelo con Marc Coma. Ahora, en Salta, Sanz es 15ª, a 44 minutos y medio de Paulo Gonçalves, que comanda la general. “Hasta ahora no hemos tenido ningún día de lío, digamos, han sido todo etapas muy rápidas en las que no se marcan tantas diferencias. El ritmo ha sido muy alto y creo que yo también he ido mejor. Estoy cerca, en la general también. Estoy contenta y creo que la carrera, la verdadera carrera, empieza mañana”, afirma Laia.

Sanz, que disputa su primer Dakar como piloto oficial de KTM, pensaba que etapas como las que hemos tenido hasta la fecha, al estilo de una Baja, le “costarían bastante más”, y se muestra satisfecha de haber salvado de la mejor manera un inicio tan accidentado. “Hasta ahora, las eliminaciones han sido debido a caídas, la próxima será por saltarse un ‘way point’, por perderse media hora en el desierto o por romper la moto, porque va a hacer mucho calor en las dunas y eso exige mucho a la mecánica”, dice.

Eso sí, la navegación no le mete miedo. Ninguno. Y cree que a algún endurero como a Antoine Méo, al que debiera pasarle factura ese tipo de terreno, tampoco. “A Méo lo veo fuerte, creo que puede ser incluso candidato a todo. No he visto nunca a nadie que pillara el pulso tan rápido a los raids, sin caídas y estando delante. Pero creo que será más favorable a gente quizá no tan rápida pero consistente y con más experiencia. Me parece que la gente más nueva lo tendrá un poquito más complicado”, augura la piloto de KH-7.