"Cuando nos llaman sabemos que puede ser que ha muerto"

Jules Bianchi sigue luchando por su vida en Japón y junto a él en la pelea está su familia para la que, como revela Philippe, su padre, en ‘La Gazzetta’, está siendo muy complicado: “La situación es desesperante. Cada vez que suena el teléfono sabemos que puede ser del hospital para decirnos que Jules ha muerto. Al principio me dijeron que las primeras 24 horas eran cruciales. Luego, 72 y aquí estamos todavía con Jules, que sigue luchando”. Pese a la dificultad, el padre del francés mantiene la esperanza: “Logrará dar la vuelta de calificación más importante de su vida. No va a renunciar, seguro. Lo puedo ver. Creo en él. Hablo con él. Sé que puede oírme. Sus médicos dicen que esto ya es un milagro, nadie ha sobrevivido a un accidente tan grave. No se dará por vencido”.

Respecto a plazos, Philippe es sincero: “Es duro. En una semana la vida de esta familia ha sido destruida. Estamos viviendo una pesadilla muy lejos de casa. Pero cuando Jules se ponga un poco mejor quizá podamos trasladarlo, tal vez a Tokio, y las cosas serán un poco más fáciles. Pero, ¿quién sabe cuándo sucederá? No hay certezas, sólo podemos esperar”. Eso sí, tienen un espejo al que mirarse: “Yo estaba muy triste cuando pasó el accidente de Schumacher. Me preguntaba: ‘¿por qué no nos dicen más sobre cómo está?’. Pero ahora lo entiendo. Todo el mundo me pregunta cómo está Jules, pero no hay respuesta. Está muy grave, pero estable”.

Ayer, Marussia emitió un comunicado que no desvela nada más. Aquí lo más significativo: “Los últimos nueve días han sido extremadamente difíciles. Se han tenido que superar una serie de desafíos médicos y la situación sigue siendo un reto, se mantiene en una condición crítica pero estable. La familia proporcionará más actualizaciones médicas cuando sea apropiado”.