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Fórmula 1

Alonso cumple 33 años en el mejor momento de su carrera

Llega a la madurez en la encrucijada de su futuro, con un palmarés que no refleja su talento y siendo considerado en la F-1 como el piloto más competitivo de la parrilla.

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Alonso cumple 33 años en el mejor momento de su carrera

No puede decir más. Ríe su madre y su padre, también su hermana. Escala en el aeropuerto de Berlín. ¿Disfrutarías con Alonso? “Puff, puff, puff”. Alberto tiene 15 años, la cara llena de granos, acento andaluz de Jerez y lleva una camiseta de Ferrari con el nombre del asturiano. En un Mundial con un nivel de pilotos como pocas veces se recuerda, un español es el mejor de todos.

Y es que no hay nadie en el universo de la F-1 que no reconozca a Fernando Alonso Díaz como el piloto más competitivo del planeta. Ni siquiera Lauda, que le califica como el mejor, ni Christian Horner, que en Singapur 2010 le definió con cuatro palabras y unos puntos suspensivos que lo dicen todo: “Es que es Alonso…”. Ni Alain Prost, que dice que es sencillamente otra cosa. Ni ya su nuevo jefe Mattiacci, al que le ha costado ver la evidencia: “Alonso es sin ninguna duda el mejor”. Ni tampoco el resto de pilotos, que ven en el bicampeón a la referencia.

Sin embargo, hoy cuando cumple 33 años, ese calificativo tan enorme para otros se quedará pequeño en el momento de hacer un perfil de Alonso: bicampeón. Y es que hay ocasiones en las que el palmarés no refleja el brillo real del protagonista. Y los dos títulos lejanos ya con aquel Renault azul que nos hizo felices son renta escasa para quien pasa por ser uno de los mejores de todos los tiempos.

Alonso, por encima de épocas y cambios, es el único que ha ido siempre rápido: con Michelin, Bridgestone o Pirelli, con V10, V8 o V6, con rivales como Kimi Raikkonen primero, Michael Schumacher después, Lewis Hamilton más tarde, Sebastian Vettel estos años, incluso Daniel Ricciardo ahora. Un piloto que, de haber elegido mejor destino, quizá tendría ahora cinco títulos en su vitrina de casa. ¿Qué habría pasado de haber aceptado aquellas ofertas de Honda, después de Brawn, ahora de Mercedes? ¿O incluso de los poderosos Red Bull?

Aunque lo cierto es que quizá haber fichado por Ferrari y que la escudería más legendaria de este deporte no haya estado a la altura esperada ha engrandecido incluso más su figura. En los cinco años que lleva en Maranello ha estado a punto de ganar dos títulos con un coche que por momentos era el tercero de la parrilla tras Red Bull y McLaren. Y esta temporada con un monoplaza que ha decepcionado, digámoslo así, ya ha subido dos veces al podio y lleva un 11-0 en carrera con su compañero Kimi, campeón del mundo y considerado uno de los más talentosos del momento.

Pero la carrera de Hungría ha vuelto a reivindicar al mejor Alonso. Y es que salvo contadas excepciones siempre pone al coche más allá de donde debiera, pero en Hungaroring, escenario de su mejor momento en F-1 en 2006 bajo la lluvia, consiguió el domingo un segundo puesto imposible. Su posición real debió ser sexto, aunque no ganó la carrera por tres vueltas.

Dicho esto y mucho más que se podría decir, Alonso quiere ganar. Y de aquí a final de año seguirá el debate sobre su futuro. Seguramente seguirá en Ferrari, pero podría ir a casi cualquier escudería, quizá si exceptuamos Mercedes y Red Bull, pero… probablemente dará una nueva oportunidad a Ferrari. “Cuando mi carrera debería ir hacia abajo, está yendo hacia arriba. Mi motivación es muy alta. Quiero devolver títulos a la afición”, decía en Budapest. Así sea. Algún día en esto de la F-1 volverá a ganar el mejor.