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Washington Redskins

McCloughan: ni borracheras ni odiado por los jugadores

El que fuera general manager de los Washington Redskins ha encontrado apoyo en Pierre Garçon tras los rumores sobre los motivos de su despido.

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McCloughan: ni borracheras ni odiado por los jugadores

La salida de Scot McCloughan de los Washington Redskins sigue dando que hablar y no precisamente porque el protagonista haya dicho esta boca es mía. Ahora ha sido uno de sus ex jugadores el que ha salido a la palestra a defenderle del peor y más difícil de batir de los enemigos en esta era de redes sociales: los rumores y las filtraciones.

Pierre Garçon jugó en Washington los dos años en los que McCloughan fue general manager del equipo. Es más, ha sido uno de los grandes afectados con el caos generado en los últimos tiempos en la franquicia. El receptor era agente libre cuando los Redskins apartaron de su cargo al directivo y cuando lo tuvieron un mes en ascuas, a el y al resto de la liga, sin noticias y sin sustituto, en una posición extraña que nadie entendió.

Merced a esa indefinición, Garçon no tuvo nadie con el que negociar su renovación y acabó firmando por los San Francisco 49ers. Esa es la historia que él mismo fue contando a través de twitter, con alusiones a la catástrofe organizativa que estaba sucediendo en Washington.

Tras la formalización del despido de McCloughan la prensa de Washington comenzó a publicar, sin duda con base en filtraciones de los propios Redskins, que el general manager era detestado en el vestuario y que se había emborrachado en numerosas ocasiones, llegando a aparecer en muy mal estado a la hora de hablar con jugadores. McCloughan es un reconocido alcohólico y ya salió de los 49ers y de los Seahawks por su problema con la bebida.

El hombre no se ha defendido de estas acusaciones. Quizás porque está negociando aún los términos económicos y contractuales de su despido, quizás porque planea demandar a la franquicia... o, según Garçon, quizás porque es su forma de ser.

Y es que el jugador ha negado todo lo que se rumorea sobre este asunto. Ha dicho, para empezar, que en el vestuario se adoraba a McCloughan. Que era muy querido porque los profesionales lo veían como uno de los suyos, un hombre de football que vivía por y para el deporte y que lo entendía. Porque las conversaciones con él eran deportivas y porque, con su demostrado buen ojo, era evidente que dedicaba horas y horas a ojear promesas del Draft y agentes libres, de la misma forma que se sentía muy feliz cuando veías que sus elegidos acababan haciéndolo bien.

Pero es que, además, Garçon asegura que jamás apareció borracho por el vestuario y que es un hombre calmado y callado, por lo que entiende que ahora mismo no diga ni mu al respecto de su situación.

Se puede argumentar que Pierre Garçon ha salido de los Redskins sin obtener ninguna respuesta a sus deseos de negociar un nuevo contrato y, por lo tanto, está enfadado con la organización y de ahí estas declaraciones. Sin embargo, hay que tener en cuenta que lo que dice cuadra mucho con la imagen de McCloughan y con lo que se dice de él tanto en San Francisco como en Seattle donde, más allá de los evidentes problemas generados por su adicción, jamás se dijo que fuese alguien difícil de tratar o que no tuviese el favor de sus jugadores.

Algo muy oscuro ha sucedido en los Washington Redskins en este último estertor de la era McCloughan. Supongo que la verdad, toda la verdad, acabará apareciendo tarde o temprano.