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Ex jugador de Ravens dona su corazón a Rod Carew

El panameño miembro del Hall of Fame vive gracias a la generosidad de Konrad Reuland.

Actualizado a
Ex jugador de Ravens dona su corazón a Rod Carew
AP

Rod Carew brilló durante 19 años en Grandes Ligas, fue 18 veces al Juego de Estrellas, ganó un MVP y siete títulos de bateo. Konrad Reuland, por otro lado, tuvo 12 recepciones para 90 yardas en 30 juegos en la NFL, los últimos 4 la campaña anterior con los Baltimore Ravens.

Y de alguna manera, con su prematura muerte a causa de un aneurisma cerebral a los 29 años de edad el pasado 12 de diciembre, Reuland opacó el legado de Carew, regalándole al hall of famer de la MLB unos años más de vida.

Carew, de 71 años de edad, aquejaba padecimientos coronarios desde 2015, cuando un ataque cardiaco casi le costó la vida. Su única esperanza era un trasplante de corazón, y la trágica muerte de Reuland cuatro días antes, así como la fortuna de que ambos eran inmunes a la hepatitis B, logró preservarle la vida y continuar con una historia que comenzó 18 años.

Reuland asistió a la secundaria en Mission Viejo, California, junto a los hijos de Carew y llegó a conocer al legendario pelotero cuando tenía 11 años. Carew, toda una estrella de Grandes Ligas, con toda seguridad no recuerda ese encuentro, pero ahora no podrá olvidarlo.

Cuando Reuland perdió la batalla contra el aneurisma, su madre Mary le dijo al representante de la red de procuración de órganos: “Asegúrese de que esto sea para una muy buena persona, porque Konrad lo era”.

Eso queda en evidencia.

Y Carew no piensa desperdiciar su nueva oportunidad, rindiéndole tributo a Reuland latido a latido: “Cuidaré de esto porque se me ha dado una segunda oportunidad, y solo Dios sabe lo que siento y lo que haré por él”.

Los Reuland solo quieren que el corazón de Konrad siga latiendo. Cuando finalmente conocieron tres meses después al destinatario de los órganos de Konrad, a quien hasta ese momento solo conocían como “Hombre de 71 años del condado Orange”, Mary, su padre Ralf y su hermano Austin se turnaron para escuchar por un estetoscopio el corazón en el pecho de Carew, quien no solo obtuvo una segunda oportunidad, sino una segunda familia.

“Para siempre”, dijo el panameño con corazón de estrella.