Kershaw y compañía quieren otra oportunidad a la gloria

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Aquel mágico cuadrangular de Kirk Gibson ante Dennis Eckersley es el último recuerdo de gloria para los seguidores de los Dodgers de Los Angeles. Aunque es un momento imborrable, la imagen cada vez se ve más vieja. Y debería, han pasado ya 28 años desde entonces.

En otras palabras, Clayton Kershaw, el supuesto salvador de los Dodgers, el encargado de romper el maleficio, nunca ha visto campeón al equipo que le entregó un cheque por 215 millones de dólares.

Los Dodgers han ingresado a postemporada las últimas cuatro campañas, dos de ellas han llegado a la antesala de la Serie Mundial y siempre, algo les ha salido mal. En 2013. Y generalmente esa falla se define en una sola palabra: el relevo.

Sin embargo, la gerencia no ha hecho el ajuste, rayando en la definición de locura de Albert Einsten: “Seguir haciendo lo mismo con la esperanza de obtener un resultado distinto”. Porque la llegada del mexicano Sergio Romo es solo un paso en la dirección correcta, pero el bullpen sigue siendo el punto más débil de un equipo que no solo está listo para ganar en 2017, sino que está malgastando los mejores años del mejor lanzador del planeta.

Pero la falta de atención al bullpen no es suficiente para frenar los sueños dorados de sus aficionados. La rotación luce saludable, tal vez un poco cargada a la izquierda, pero con Kershaw, Rich Hill, el regreso de Hyun-Jin Ryu y el segundo año del mexicano Julio Urías, se vale ser optimista.

El bateo puede ser incluso mejor. O tal vez no. Todo empieza y termina con Corey Seager. El reinante Novato del Año se encumbró como el bastión de un orden al bat repleto de interrogaciones. La primera, evidentemente, pende sobre él. ¿Será capaz de mantener el ritmo ahora que los reportes de scout tienen mejor idea de cómo trabajarlo?

Dave Roberts necesita la versátil ofensiva de Seager para abrirles paso al veterano Adrián González y a un Justin Turner que en 2016 finalmente se estableció como una amenaza de cuadrangular. La llegada de Logan Forsythe, a cambio del prospecto José de León, redondea un cuadro que puede ser la envidia del resto de la liga.

Los jardines son punto y aparte. Joc Pederson sigue siendo ponche o jonrón, mientras que Yasiel Puig sigue sin reencontrar la fórmula que lo convirtió en novato sensación en 2013 y su continuidad peligra si no puede ser la chispa que encienda los motores de un equipo que aspira a todo. Y no solo a vivir de un recuerdo imborrable.

El detalle histórico

De la mano del mejor pitcher del sistema solar, los Dodgers han avanzado a playoffs cuatro temporadas en fila y tocado sin éxito las puertas de la Serie Mundial en dos de esas oportunidades. Ahora, nuevamente presentan un cuadro competitivo que promete protagonismo a lo largo de la temporada. ¿Será suficiente para dar ese paso adicional? Esa pregunta se resolverá después de 162 juegos. Entre tanto, la única interrogante que presentan en el papel es el mismo problema de siempre: el bullpen.

Las tres claves del equipo

1. Ayuda para K-Kid: Durante la campaña regular, los Dodgers han sido capaces de maquillar su falta de relevo, pero han quedado desnudados en playoffs por las fallas de su bullpen. La llegada de Sergio Romo es un paso en la dirección correcta, pero no tapa todos los huecos.

2. La resurrección de Puig. El cubano Yasiel Puig llegó a Grandes Ligas en 2013 como una bocanada de aire fresco dada su alegría y dinamismo, pero desde entonces todo ha ido cuesta abajo. Debe volver a ser el de hace unos años o podría volverse prescindible en el equipo.

3. Evitar el sophomore slump. El actual Novato del Año, Corey Seager se estableció de inmediato como el pilar ofensivo del equipo. Muchas de sus aspiraciones dependen en que su shortstop mantenga el nivel pese a que ahora los rivales tienen mejor idea de cómo trabajarlo.

Lo mejor

1. Kershaw: Lo más cercano a una garantía en el deporte profesional como se es posible.

2. El cuadro: González, Forsythe, Seager y Turner son una promesa de fuegos artificiales.

3. The Teenager: Urías tuvo destellos de grandeza y con 20 años solo puede mejorar.

Lo peor

1. El bullpen. Con la excepción de Jansen no hay nadie más para bajar la cortina.

2. La salud de los pitchers. Sólo Maeda realizó todas sus salidas. Focos de alarma.

3. El equipo cambió a uno de sus mejores prospectos por Forsythe. Más vale que rinda.

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