BÁDMINTON | LA INTRAHISTORIA
El ministro de Deportes de Indonesia la vio en Madrid
Roy Suryo Notodiprojo, en octubre de 2014, en una visita oficial en España, lo primero que pidió a los responsables del CSD fue ir a visitar a Carolina a la Blume.
Carolina Marín recibió ayer en Yakarta el premio de los aficionados a la mejor jugadora extranjera. Desde que llegó el jueves a Indonesia no ha dejado de firmar autógrafos y fotografiarse con fans. Nada extraño porque el primer indonesio que quiso tener un recuerdo con ella fue su ministro de Juventud y Deportes, Roy Suryo Notodiprojo, que en octubre de 2014, en una visita oficial en España, lo primero que pidió a los responsables del Consejo Superior de Deportes fue ir a visitar a Carolina a la Blume.
Desde que la danesa Camilla Martin ganara el Mundial en 1999, habían pasado 15 años sin que una europea dominara a las asiáticas. Carbonell, la marca de española de aceite, ha apostado por Marín como patrocinador, sobre todo, por su interés en ese mercado. Indonesia tiene 240 millones de habitantes, y el bádminton es casi tan popular como el fútbol. El Mundial se disputa en un pabellón con capacidad para 9.000 espectadores, el Istora-Gelora Bung Kamo Senayan. “Muy grande y con mucho ruido”, especifica Carolina. Lo bueno es que ya muchos tomarán partido por ella.