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MUNDIALES DE KAZÁN | WATERPOLO

Las ‘Gasol del agua’, a tocar el cielo del waterpolo en Kazán

Anni, de 22 años, sería Pau, quien abrió el camino. Clara, que debuta en una gran competición, de 20, es Marc, con un futuro esplendoroso por delante.

RusiaActualizado a
DEPORTE DURO. Clara y Anni Espar posan para AS en la villa.

Si el baloncesto español tiene desde hace años a los hermanos Gasol, el waterpolo apadrina en este Mundial de Kazán a las hermanas Espar. Anni, de 22 años, sería Pau, quien abrió el camino. Clara, que debuta en una gran competición, de 20, es Marc, con un futuro esplendoroso y con la estela de su hermana siempre presente. Es más, sus carreras han tenido continuidad en los Estados Unidos, actual campeona olímpica, donde han pasado un año de sus vidas alternando el waterpolo con los estudios. “Son experiencias únicas, tanto deportiva como personalmente, que todos deberíamos vivir”, relata Clara, que este curso ficha por el CN Sabadell para unirse nuevamente a su hermana.

Sus caminos en el deporte estuvieron ligados desde bien pequeñas. “Empezamos juntas en el CE Mediterrani, donde primero hicimos natación y luego waterpolo”, comenta Anni, quien considera que su hermana se ha ganado esta convocatoria a pulso. “Se lo ha trabajado mucho durante estos años. Viene con fuerza y está entrenándose muy bien”. Cuando parecía que Clara se quedaba fuera del Mundial, al no acudir a la última concentración en Madrid, las chicas de la Selección se entristecieron, también por el apego personal que le tienen. Miki Oca, que tenía dudas sobre la lista definitiva, finalmente la incluyó debido a su versatilidad y dejó fuera a Lorena Miranda, defensora de boya. “Al principio no me lo creía. Fue una de las mejores noticias que recibí en mi vida”, reconoce Clara.

Anni comparte habitación con Mati Ortiz “desde siempre”, pero confiesa que está “controlando” a su hermana para que no le falte de nada. Las Espar se han empapado de deporte desde la cuna. “Hemos vivido siempre este mundo, desde pequeñas, nuestros padres nos enseñaron a respetar al rival y darlo todo. Y también que no te puedas arrepentir de nada y disfrutar de lo que haces”, analizan ambas.

De pequeñas, reconoce que en ocasiones tenían nuestras “disputas en al agua”, pero que siempre han mantenido una relación excelente y que nunca han llevado la competición al hogar. Anni, que estudia Administración y Dirección de Empresas, tiene claro que van “siempre a dar el máximo. Queremos hacer un gran campeonato­”.