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Las Guerreras, en AS | Marta Mangué

“Hemos ganado una medalla y el respeto de nuestros rivales”

"Tenemos que aprender de Noruega: mientras nosotros estábamos excitadas y acabamos agotadas, ellas mantuvieron el mismo tono y terminaron el partido tan frescas".

Actualizado a
Marta Mangué conversa con Ojeda.
Felipe Sevillano

Usted fue la única que dijo que iban por el oro. Casi acierta la lotería.

—No lo dije a lo loco. Teníamos nuestras esperanzas. Sabíamos que el equipo estaba con posibilidades reales de hacer algo grande.

—¿La plata es suficiente?

—Casi nadie fuera del equipo pensaba que lo podíamos conseguir, y está muy bien, pero luchamos por el oro. Tenemos que aprender de Noruega: mientras nosotros estábamos excitadas y acabamos agotadas, ellas mantuvieron el mismo tono y terminaron el partido tan frescas. Eso lo da la experiencia que nosotras aún no tenemos.

—Los dos partidos contra Noruega, casi calcados: ustedes de más a menos, y la salida del descanso se paga.

—Es algo para estudiar, porque no sólo ha sido con Noruega; nos ha pasado en varios partidos que el reinicio del choque lo acusamos, como si estuviéramos cansadas.

—Solberg, la portera de Noruega, se ha lucido contra ustedes en los dos partidos, tanto en Debrecen como en la final de Budapest.

—Es que nos había estudiado tanto que nos conocía de memoria. La verdad, contra nosotros se agigantó. Paró muy bien, y no es porque la tirásemos mal, sino por su buen trabajo. Es justo reconocérselo, por supuesto.

—Se le nota un poco decepcionada.

—¡Qué va! Es una medalla de plata, volveremos al podio tras dos años malos en un Europeo y en un Mundial de manera consecutiva, y recuperamos nuestras sensaciones. Yo creo que hay un buen equipo para ser optimistas de cara a un futuro a corto plazo. Personalmente estoy más que contenta de formar parte de esta Selección, porque es un grupo que sorprende gratamente en todos los momentos, y con un ambiente excelente de compañerismo y colaboración.

—¿Han ganado algo más que la plata en Hungría?

—Naturalmente que creo que sí: el respeto de los rivales, e incluso hemos puesto en situaciones muy complicadas a Noruega. Ahora mismo las sensaciones que tenemos es que los rivales nos temen tanto por la defensa que practicamos como por nuestra manera de movernos en ataque y nuestro juego diferente.