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Foro AS | Raffaele Guariniello

"España tendría que sancionar penalmente a los deportistas dopados"

Raffaele Guariniello, fiscal jefe de Turín, de 71 años, es uno de los grandes arietes contra el dopaje en Italia, donde ha instruido importantes investigaciones en el fútbol o el ciclismo. Ayer estuvo en el Foro AS y analizó cómo se pueden complementar las justicias ordinaria y deportiva.

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<b>CLASE MAGISTRAL. </b>Raffaele Guariniello expuso en AS su visión sobre la lucha antidopaje.

Raffaele Guariniello, fiscal jefe de Turín y azote del dopaje en Italia desde la entrada en vigor de la ley penal en 2000, no se amilana ante los grandes nombres. Ante él han desfilado Maradona, Platini, Zidane, Pantani, Ronaldo... Investigó a la Juventus por el consumo de carnitina y luego por un caso de amaño de partidos que acabó con el descenso de la Vecchia Signora en 2006... Y también intervino en los Juegos Olímpicos de Invierno. Lo único que frena a este piamontés de 71 años son los aviones, aunque tampoco fue una traba para que, tras una excursión de casi 24 horas en tren (Turín-París-Madrid), expusiera en el Foro AS su visión de la lucha antidopaje.

Guariniello leyó su ponencia en español. Como introducción contó dos casos propios. Uno, sobre fútbol: "Cuando empezamos a ocuparnos del dopaje, las autoridades nos advirtieron de que el fútbol no suponía un problema real, y de que en Italia el laboratorio del CONI (Comité Olímpico Italiano) ya efectuaba centenares de análisis sin que se hallara traza alguna. Pronto descubrimos que los anabolizantes no se detectaban porque no se investigaban en tales análisis. Pasamos la información al COI y se suspendió la actividad del laboratorio por largo tiempo. Cuando volvió a funcionar, ya reformado, en la orina de varios futbolistas se encontró nandrolona".

Y dos, sobre los Juegos Olímpicos de Turín 2006: "Un eficiente laboratorio efectuó analíticas a centenares de deportistas. Pese al esfuerzo descomunal, se descubrió un único positivo. Alguna persona nos había manifestado su deseo de que, con el objetivo de no amedrentar a los participantes, se suspendiera la aplicación de la ley italiana. Al contrario, y de acuerdo con la AMA y el COI, la Fiscalía intervino con registros e incautaciones, que luego derivaron en procedimientos disciplinarios".

De estos ejemplos "se deducen dos valiosas lecciones". La primera: "La colaboración entre la Autoridad Judicial y las Autoridades Deportivas es la vía maestra para desarrollar iniciativas eficaces en defensa de la salud del deportista y de la corrección de las competiciones. Sin embargo, semejante colaboración no se satisface. Piénsese como mejor ejemplo el problema de exceso de fallecimientos de ELA (Esclerosis Lateral Amiotrófica) entre los futbolistas, que fue revelado por la Autoridad Judicial y no parece haber suscitado la atención de las organizaciones deportivas internacionales (UEFA y FIFA)".

"La segunda lección -prosigue el fiscal- es que la lucha contra el dopaje no se ha de combatir mediante simples análisis de orina o sangre. Las sendas por recorrer, ya actuadas en algunos países como Italia, son fundamentalmente dos: la justicia ordinaria, de la cual se encargan los magistrados penales, y la deportiva. Huelga argumentar el peso determinante de la justicia ordinaria, tanto por contar con garantías de autonomía, como por poseer por sí misma poderes de investigación particularmente incisivos. Sin los instrumentos de la justicia penal, la batalla contra el dopaje está perdida de antemano. Por algo será que durante los Juegos fue más eficaz una sola noche de registros para recoger elementos que más de mil análisis".

Tutela de salud. Y añade una tercera lección: "Está en juego no sólo tutelar la salud de los deportistas de élite: los cuales, en cierto modo, son profesionales privilegiados. De lo que se trata es, en primer lugar, de tutelar la salud de los muchos jóvenes que practican actividades y acuden a gimnasios. Es un hecho que pueden comprar en grandes superficies o en internet productos etiquetados como integradores alimentarios, pero que en realidad contienen anabolizantes". Y puso el ejemplo de la incautación de un producto americano en toda Italia que contenía nandrolona.

Para que esta lucha sea eficiente, Guariniello echa en falta "una legislación homógenea" entre los diferentes países. "Sin ir más lejos, sólo en algunos el dopaje puede constituir delito. Además, hay países como Italia en los que también se castiga al deportista que toma sustancias dopantes, y hay países como España en los que no se le castiga, tal y como dice el artículo 44 de su ley. Estas diferencias tienen un efecto devastador. Sería ventajosa una organización judicial de carácter supranacional que llevara a cabo directamente rápidas y apremiantes investigaciones". El fiscal recordó que el propio Tratado de la Unión Europea recoge la opción de la creación de un ministerio público "para luchar contra la criminalidad contando con una dimensión transfronteriza".

La colaboración entre países se resuelve actualmente "con las comisiones rogatorias, pero las respuestas tardan meses, a veces años, y a menudo son respuestas insuficientes, incompletas, o a veces, ni llegan". Y puso dos ejemplos: en Rusia se negaron porque allí no es delito el dopaje y en China sólo protestaron "porque figuraba que el imputado había nacido en Taiwán, cuya existencia no reconocen".

"Ya en 2002, la UE reveló en un informe una paradoja: 'Las fronteras se han abierto para los criminales, pero siguen cerradas para los policías y magistrados que combaten contra ellos'. O dicho de otra manera, el crimen del dopaje viaja a la velocidad de la luz, mientras que la justicia contra el dopaje sigue viajando en diligencia", concluyó su discurso Guarniello.

Tras su exposición, lluvia de preguntas. "¿Por qué la política antidopaje española tiene mala imagen en el extranjero?", fue la primera cuestión. "En Italia disponemos de una ley excelente, pero no suficiente en su aplicación, porque sería necesaria una intervención más sistemática. Pero luego uno mira a otros países y me pregunto cosas: una, que hay países donde no es delito, y dos, que los hay donde sí es delito, pero es escasa la colaboración. Los periódicos hablan de pesquisas y no se sabe cómo terminan. Yo juzgo la capacidad de un país a partir de las sentencias. Se necesita el sistema penal: escuchas, registros, pesquisas Y también que se faciliten esas pruebas para sancionar a los deportistas. Es necesario que los procesos lleguen a su final. ¿Cuántas sentencias de dopaje hay en España?". Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, recoge el testigo: "Sí hay sentencias penales, pero no transcienden como las operaciones mediáticas".

"En Italia se castiga también al deportista que se dopa", retoma el hilo Guariniello. "Yo creo que es un error no hacerlo. ¿Por qué no? Si se demuestra que es un delito doloso, que lo hace voluntariamente... Creo que se podría modificar la ley española en ese sentido".

Cardenal, otra vez por alusiones, vuelve a coger el micro: "Esa modificación podría ser un objeto interesante de debate. De momento en España estamos alineados con la mayoría de países. Pensamos que es más apropiado usar lo menos posible el derecho penal... Un avance social".

El debate está abierto. Otra vez Guariniello: "Puede ser justo evitar la magistratura si eso supusiera que la vía administrativa funciona de verdad ¿Pero qué puede hacer el juez deportivo? No tiene los instrumentos eficaces como el magistrado penal, que dispone de las armas: escuchas, registros.... Al deportivo no se le puede reprochar, pero no tiene estas herramientas".

Alejandro Blanco, presidente del Comité Olímpico Español (COE), también intervino: "Usted, como magistrado, cree en la prueba. Pero resulta que al final es el deportista quien tiene que demostrar su inocencia. Existe el principio de responsabilidad objetiva, cuando usted mismo puso un ejemplo de nandrolona en un suplemento. Yo defiendo las sanciones, pero más a los deportistas. Y una segunda cosa: aquí se hacen 11.000 controles. El problema es que hay países que no se toman en serio la lucha antidopaje. Tenemos esa vía y la penal. Pero hay que habilitar la vía administrativa para sancionar inmediatamente, porque la penal se alarga sin fin".

Guariniello respondió, punto por punto: "La presunción de inocencia es fundamental. He leído sentencias que admiten que no se sabe la voluntariedad: entonces, ¿cómo puedes sancionar? El problema ahí es que también puede servir como coartada. También estoy de acuerdo en que la justicia debe ser más rápida, pero para eso hace falta una uniformidad de la legislación que no tenemos.Yo pedí datos a magistrados españoles y no me los dieron. Las rogatorias no funcionan. Por eso sueño con una Fiscalía Europea. Y respecto a los 11.000 controles, ya puse aquí el ejemplo de los Juegos Olímpicos: se logró más en una noche de registros. Me preocupa que solo exista el sistema de sangre y orina. Además, ¿merece la pena tanto gasto si no se descubren positivos?".

Uno de los problemas con los que se ha topado la justicia deportiva española es que los magistrados no permiten el trasvase de pruebas para incoar expedientes administrativos, mientras que el proceso penal esté abierto. Ahí está el ejemplo de la Operación Puerto. "Si la ley no sirve, habrá que modificarla. Siempre que pude, yo envié información a la autoridad deportiva. En Italia sí se puede hacer. Si no existe en España, habría que hacerlo", explicó Guariniello.

En España también figura la reducción de sanción para aquellos deportistas arrepentidos que colaboren con la justicia ordinaria, aunque el fiscal de Turín no cree mucho en ello: "Es más fácil encontrar un arrepentido en la mafia que en el fútbol. Yo no conozco a ninguno".