Arde Eldoret, la cuna del gran fondo de Kenia

Atletismo | El paraíso africano está la borde de la guerra civil

Arde Eldoret, la cuna del gran fondo de Kenia

Arde Eldoret, la cuna del gran fondo de Kenia

agencia

Más de 100 muertos en el corazón de las tribus de los campeones

El Arzobispo católico de Eldoret se llama Cornelius y se apellida Korir: es un nandi y es primo en segundo grado de Julius Korir, oro olímpico en los 3.000 metros obstáculos en 1984, en Los Angeles. Cornelius Korir contaba ayer cómo en las iglesias de la diócesis de Eldoret hay más de 15.000 refugiados, entre ellos cientos de la tribu kalenjin, en pleno enfrentamiento civil. Arde Eldoret, arde el país nandi, arden los kikuyu y los kalenjin de ojos almendrados, arde el Valle del Rift, la cuna de la Humanidad... y del gran fondo más potente en el atletismo mundial.

La sospechosa elección del presidente Mwai Kibaki, un kikuyu, ha desencadenado escenas de horror en Kenia. Etnias y tribus se baten cara a cara con los pangas (machetes). Abren fuego e incendian propiedades. Los partidarios del derrotado Raila Odinga, de la tribu Luo, cargan contra todo kikuyu a su alcance, con resultados tan desoladores como los 35 abrasados vivos... justo en Eldoret, en la Iglesia de las Asambleas de Dios. Allí, unos dos centenares de miembros de la etnia kikuyu fueron cercados por una multitud rabiosa, que agrupaba a gente de varias etnias: 35 de los sitiados quedaron carbonizados.

Ipso facto, la etnia kikuyu dominante en Kenia, aunque no en Eldoret, pasó a tomar represalias. Y Eldoret (Río de piedras, en lenguaje masai), se ha convertido en un infierno a 2.300 metros de altura. Se cuentan más de 100 muertos. Los refugiados acuden de todas partes a las iglesias, y a los centros de entrenamiento (High Altitude Training Camps) que allí mantienen Kipchoge Keino, Lornah Kiplagat, Eliud Kipchoge y Moses Tanui: la cantera, la fábrica y las minas de oro donde, a más de 2.000 metros de altura, se cultivan los hematíes, la poliglobulia que ha hecho de los nandi, los kikuyu y los kalenjin las armas definitivas en el gran fondo mundial. Eldoret es una ciudad consagrada a esos fenómenos: su estadio de atletismo es el Kipchoge Keino Stadium, y el mismo Keino, además del Centro de Entrenamiento, ya ha abierto una Escuela Primaria. Estaba a punto de abrir otra más.

Incertidumbre.

En estos momentos, reina el caos en Eldoret, atigua Oficina Postal 64 en pleno corazón del Valle del Rift, y hoy una ciudad de 200.000 habitantes. El aeropuerto está cerrado, lo que mantiene aislados a varios de los corredores de campo a través que van y vienen a Europa. El arzobispo Korir ha reclamado a todos los centros públicos, como las mismas iglesias, estadios y centros de entrenamiento, que estén listos para brindar protección humanitaria a los miles de desplazados. En cualquier caso, reina el desconcierto y los mismos Centros de Entrenamiento están incomunicados. Miles de personas huyen hacia Uganda.

No era esto lo que pensaban Keino, Kiplagat y Tanui cuando edificaron sus residencias para promover el atletismo en las entrañas del Valle del Rift, incluso como cauce adicional de ingresos que ha dejado millones de dólares en las comunidades nandi y kalenjin. Esa fuente de luz ha quedado cegada en el lecho pedregoso del río de rocas llamado barbarie. Pero nandi y kalenjin volarán en Pekín: apuesten.