MUNDIAL DE INDONESIA
Carolina Marín, a semifinales del Mundial con casta y talento
La jugadora española se asegura el bronce tras superar a la china Wang Shixian. Este sábado (07:45, Teledeporte), semifinales frente a Sung Ji Hyun.
Carolina Marín se clasificó para las semifinales del Mundial de bádminton de Indonesia tras superar en un complicado partido a una rival correosa, como demostró ser la china Wang Shixian, a la que la española derrotó en dos sets muy disputados con parciales de 21-17 y 21-19.
Mostrando su mejor versión en el momento más oportuno, Carolina recurrió a todo su talento y fuerza mental para hacer frente a la china Shixian, la séptima jugadora del mundo, quien no se rindió en ningún momento y obligó a la onubense a sudar hasta el último volante.
Después de un primer set espectacular, en el que Carolina se mostró muy superior y brindó puntos ganadores extraordinarios, la segunda manga resultó mucho más igualada. Shixian se agarró a la pista, se hizo fuerte en defensa y pasó al ataque, poniendo en serios apuros a la española y dominando el marcador superado ya el ecuador del segundo set.
Pero en la fase más delicada, cuando parecía que el choque estaba abocado al tercer y definitivo set, surgió la mejor versión de Carolina Marín. Tras acumular demasiados errores no forzados en la red, decidió construir su ataque desde la defensa, moviendo a su rival con fuertes y medidos golpes dirigidos a las líneas. Poco a poco, la agilidad de brazos y piernas de Marín empezó a imponerse y su figura se agrandó hasta el punto final, ese volante definitivo que le lleva a las semifinales del Mundial y, otra vez, a la pelea por el oro, ese que cada vez está más cerca de revalidar.
Por el momento, Carolina Marín aseguró ya una de las dos medallas de bronce que se entregan en el Mundial, pero no es suficiente. No al menos para la talentosa onubense, que este sábado saltará a la pista a la búsqueda de otra final contra la surcoreana Sung Ji Hyun (07:45, Teledeporte). Esta misma temporada se han enfrentado tres veces, con balance de 2-1 favorable a Marín. Esa derrota llegó en la final del Abierto de Alemania, en la que perdió los nervios con el árbitro, que le mostró dos tarjetas rojas.