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MUNDIALES DE KAZÁN | NATACIÓN

El amargo 2015 de Mireia

El año 2015 no será un año que la nadadora recuerde especialmente en su carrera deportiva, después de enlazar desde 2010 cosechando éxitos de forma ininterrumpida

Actualizado a
Mireia Belmonte.
FERNANDO ZUERAS

El año 2015 no será un año que Mireia Belmonte recuerde especialmente en su carrera deportiva, después de enlazar desde 2010 éxitos de forma ininterrumpida. Una cadena de lesiones en los dos hombros la han dejado finalmente fuera del Mundial de Kazán, después de que esta misma mañana, en el CAR de Sant Cugat, no superara la prueba a la que le sometió su entrenador Fred Vergnoux. La badalonesa anunció en su cuenta de twitter que lo mejor era descansar para reponerse y poder afrontar con garantías el ciclo olímpico. Camino de cumplir 25 años, los Juegos de Río son la gran competición en la vida de la nadadora de la UCAM y afinar en la puesta a punto es una obligación.

Los problemas de Mireia comenzaron a primeros de año. La nadadora ya llegó al Nacional de Málaga, celebrado a finales de marzo, con dolores en un hombro. Desde enero, Fred Vergnoux estaba trabajando en la preparación de los Juegos de Río, aumentando los metros de nado, intentando encadenar semanas con más de 100 kilómetros a sus espaldas para ganar el volumen adecuado. Una bursitis en el hombro derecho fue el primer dolor de cabeza.

Pese a ello, la nadadora de la UCAM logró las seis mínimas en el Nacional (400, 800 y 1.500 libre, 200 mariposa, 200 y 400 estilos) apurando en alguna prueba, dejando claro que la carga de trabajo había sido notable y no llegaba tan afinada a los campeonatos. Tras descansar unos días y regresar a los entrenamientos en el CAR de Sant Cugat, las molestias comenzaron a multiplicarse en ambos hombros. La badalonesa sufría inflamaciones, unido a una tendinitis y a unos problemas en el supraespinoso, enturbiaban sus condiciones. Todas estas lesiones no figuraban en ningún parte médico. Mireia confiaba en reponerse y en llegar a Kazán.

Las cuatro semanas de mayo y el primer mes de junio no pudo ni entrenarse con la intensidad ni con el volumen que requería una cita de tal envergadura. Mireia tuvo que frenar en su preparación, aumentando las horas en el fisioterapeuta, incluso probando tratamientos con células madre para mitigar el dolor. La pupila de Vergnoux renunció a nadar el Criterium Mare Nostrum en Sant Andreu, el primer fin de semana de junio, pero, ya en Sierra Nevada, hizo un viaje relámpago a Banyoles para quedar sexta en los 10 kilómetros y segunda en los 5 en aguas abiertas. La prueba parecía positiva, pero a la vuelta a Sierra Nevada los dolores siguieron percutiendo. Inscrita en el Nacional de Verano, Mireia tuvo que renunciar. Quedaban tres semanas para el Mundial y la badalonesa era más que duda.

En ese momento, el entorno de Mireia reconoció que lo mejor era no ir, aunque la badalonesa quería seguir intentándolo. La nadadora de la UCAM alternaba buenos entrenamientos con otros peores, lo que hacía presagiar el desenlace. Con esta noticia finalmente confirmada, ahora la doble medallista olímpica en Londres seguirá dos semanas más entrenándose y después, descansará sus hombros para afrontar un trabajo más suave del tren inferior, antes de coger unos días de vacaciones. La idea es que en septiembre comienza, ya sin dolor, la preparación para el que tiene que ser su gran año: Río 2016.