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366 HISTORIAS DEL FÚTBOL MUNDIAL | 28 DE MAYO

Streltsov es enviado al gulag (1958)

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Streltsov es enviado al gulag (1958)

Eran las vísperas de la Copa del Mundo de Suecia, la que consagró a Pelé. Igualmente podría haber consagrado al joven delantero ruso Eduard Streltsov, al que con el tiempo se conocerá como «el Pelé ruso», una maravilla de jugador cuya incipiente carrera sufrió un corte de varios años por un extraño incidente. Había sido el primer jugador en la historia de la liga rusa en marcar un gol con dieciséis años. Con diecisiete, fue máximo goleador de la competición desde las filas del Torpedo de Moscú. En sus dos primeras apariciones con su selección (contra Suecia y contra India) consiguió sendos hat tricks. Y fue decisivo para que su selección consiguiera el oro en los JJ OO de 1956. Se extendía ante él una brillante carrera.

En mayo de 1958 su selección estaba concentrada con vistas a la Copa del Mundo de Suecia. Muy cerca del lugar de concentración tenía su dacha un general, Eduard Karahanov, que el último día de concentración, la víspera ya del viaje para Suecia, invitó a Streltsov a una fiesta. Le acompañaron otros dos jugadores. Lo que ocurrió en aquella dacha aún es un secreto sin desvelar, pero el caso es que Streltsov fue apartado del equipo y a los dos días enviado a un gulag bajo la acusación de secuestro y violación de una joven. Muchos testimonios negaron que tal cosa ocurriera, defendieron la inocencia de Streltsov y afirmaron que si este había confesado el delito fue obligado por el general, que habría sido el verdadero culpable, y que a cambio le habría ofrecido una inmunidad que luego no le consiguió, porque no quiso o porque no pudo. Según otros, se le habría exigido que dejara el Torpedo de Moscú por el CSKA o el Dinamo de Moscú, equipos mejor vistos por las autoridades comunistas, y él se habría negado. El caso es que desapareció en el «archipiélago gulag». La URSS fue al Mundial sin él. Pasaría el grupo y caería en cuartos.

Seis años más tarde, en 1964, ya en la época de Breznev, se revisa el caso Streltsov. Ha sufrido una paliza tremenda en el campo de Lesnoi, por enfrentarse a unos guardias. Luego es trasladado a otro, en el que tiene más suerte. Se hace popular, juega algún partido, los demás prisioneros le adoran y llegan a la mesa de Breznev miles de cartas de sus compañeros pidiendo su liberación, que por fin obtiene. Tras un año para reponerse, se reincorpora al Torpedo de Moscú. A pesar de ese tremendo parón y de las escaseces que ha sufrido en el gulag, de nuevo es el mejor jugador del país. En 1965, el Torpedo gana la segunda liga de su vida, con solo dos derrotas y Streltsov de estrella. Vuelve a la selección, en la que marcará 35 goles en 38 partidos, es nombrado «jugador del año» en 1967 y 1968 y forma parte de la selección de la URSS que juega la fase final de la Eurocopa de 1968, en Italia.

Por fin se retira, dejando una carrera brillantísima en su inicio y en su ocaso, pero tras haber pasado sus mejores años en el gulag. Y, hasta hoy, la causa de ello sigue siendo un gran misterio en Rusia.