El Madrid suma cinco partidos sin encajar con Ramos de titular
El capitán madridista ha recuperado su mejor versión. De los últimos siete partidos, el Madrid sólo recibió gol cuando Zidane le dio descanso.
Sergio Ramos llega a la fase decisiva de la temporada en su mejor momento de forma. El capitán del Real Madrid, al que mermaron las lesiones durante gran parte de esta campaña, ha logrado alcanzar su punto óptimo de forma: el Madrid no ha encajado gol en los últimos cinco partidos que ha jugado.
La última vez que el Madrid recibió un tanto con Ramos sobre el campo fue en la ida de cuartos de final contra el Wolfsburgo (2-0 a favor de los alemanes), el 13 de abril. Desde entonces, el equipo blanco es inexpugnable con el andaluz: ha dejado la portería a cero en la vuelta de cuartos contra el Wolfsburgo (3-0), ante el Villarreal (3-0), en la ida frente al City (0-0), en Anoeta contra la Real Sociedad (0-1) y en la vuelta de las semifinales de Champions (1-0). De hecho, en los últimos siete partidos el Madrid sólo encajó gol en los dos partidos en los que Zidane dio descanso a Ramos: ante el Getafe (1-5 para los madridistas) y en Vallecas contra el Rayo (2-3).
En el partido contra el City en el Bernabéu, el capitán madridista volvió a exhibir el momento dulce que atraviesa. Fue el tercer jugador del Real Madrid con más recuperaciones (ocho), sólo superado por Kroos (diez) y Marcelo (nueve). Además, sólo cometió una falta. Por otra parte, también resultó clave en la elaboración del juego y fue el tercer jugador blanco que más pases repartió: 53 pases buenos en 58 intentos. Sólo dieron más pases que el central Modric y Kroos. Una demostración de su implicación tanto en defensa como en ataque que pudo culminar con un gol que le anularon por fuera de juego.
Esta buena racha le llega a Ramos después de una temporada difícil en la que se ha perdido hasta 13 encuentros por lesión. Ahora, con el Madrid en la recta final de la temporada y con la Liga y la Champions en juego, el capitán recupera su mejor versión para liderar a su equipo a la gloria, como ya hiciera hace dos años en Lisboa con el gol in extremis que valió la Décima Copa de Europa del Madrid.
