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366 Historias del fútbol mundial | 14 de febrero

El Arsenal no convoca a ningún inglés (2005)

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El Arsenal no convoca
a ningún inglés (2005)
AStv

Fue la consecuencia más estrepitosa de la llamada «sentencia Bosman » (véase el día 15 de diciembre), que permitirá la libre circulación de jugadores en el ámbito comunitario, levantando  las restricciones de las federaciones, que solían hasta entonces prohibir o, más frecuentemente, limitar el número de jugadores extranjeros en las plantillas de los clubes a fin de proteger a los jugadores nacionales. Para situar la cuestión hay que adelantar que el Arsenal es el gran clásico  del fútbol inglés, el club desde el que Herbert Chapman lanzó la WM a los cuatro puntos  cardinales. En los años treinta fue probablemente el mejor equipo del mundo. Tenía un sello de club castizo inglés, puro Londres, puro sur de Londres, barrio de Highbury, barrio obrero, origen en la fábrica de armas, y su escudo es un cañoncito: los gunners. Flor y nata de las viejas y  entrañables tradiciones del fútbol de los inventores.

Ese día se enfrentaba al Crystal Palace y no tenía ni sobre el campo ni tampoco sentado en el banquillo de los suplentes ni un solo jugador inglés. Daba una vuelta de tuerca más a lo ocurrido el Boxing Day del año anterior, cuando el Chelsea salió con once «no ingleses», si bien tenía cuatro que sí lo eran en el banquillo, alguno de los cuales intervino luego. El Chelsea, además,  era para entonces un producto un poco artificial, una elaboración de Abramóvich, un guiri que  había llegado cargado de millones y huérfano del conocimiento de las grandes tradiciones  inglesas. Pero el Arsenal… Este día, Arsène Wenger, el técnico francés del club, citó para el  partido a seis franceses, tres españoles, dos holandeses, un camerunés, un alemán, un costamarfileño, un brasileño y un suizo. Los españoles eran Reyes, el único de los tres que salió como titular, Almunia, el portero suplente, y Cesc, entonces aún un prometedor juvenil. El  segundo entrenador era irlandés del norte y el técnico ayudante, bosnio. En el banquillo había cuatro ingleses, en tareas secundarias: el entrenador de porteros, el preparador físico y los dos masajistas.

Bien es verdad que la plantilla del Arsenal contaba con algunos ingleses de peso en el equipo titular, y que se tuvieron que dar algunas circunstancias excepcionales para que sucediera esto:  Andy Cole estaba enfermo y Sol Campbell y Justin Hoyte se encontraban lesionados. Arsène Wenger no le dio importancia, no se dio cuenta hasta que se lo dijeron después del partido y  notó el consiguiente revuelo: «En cualquier caso no hay que fijarse en la nacionalidad de los  jugadores, sino en su calidad y su actitud». Y hasta bromeó con la presencia del seleccionador  Sven-Göran Eriksson, que había acudido al partido: «¿Y qué vino a ver? ¿Se ha cambiado de selección?». Al que no le hizo tanta gracia fue a un histórico del club, Paul Merson, que se quejó amargamente: «Me parece un chiste de mal gusto. ¿Qué pensarán los chicos de dieciséis o  diecisiete años que trabajan en las categorías inferiores del club, sabiendo que no llegarán  jamás a debutar en el primer equipo?».

Al menos fue para bien: el Arsenal le ganó 5-1 al Crystal Palace.