NUMEROSOS INCIDENTES

La reiterada falta de seguridad alarma a la UCI y a los ciclistas

El coche que se coló en dirección contraria en la Amstel se añade a otros graves incidentes anteriores. UCI, ciclistas y organizadores trabajan para corregirlo.

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Tras los incidentes “extremadamente preocupantes” de la Vuelta al País Vasco y la París-Roubaix, la UCI difundió una nota el 13 de abril. En Bilbao, unos bolardos mal señalizados con conos habían provocado una caída masiva que envió a cuatro ciclistas al hospital. En la clásica del pavés, parte del pelotón se saltó un paso a nivel. “La seguridad debe ser permanentemente la prioridad número uno de todos los actores implicados en una carrera”, apuntó la UCI. El coche que se coló el pasado domingo en dirección contraria en la Amstel Gold Race ha reincidido en la gravedad del problema.

Los bolardos, el paso a nivel y el coche se unen a otros sonoros incidentes en el último mes, como los dos vehículos neutros de Shimano que provocaron caídas de corredores en el Tour de Flandes, o los arcos hinchables que se han derrumbado en esta carrera, en la Volta a Catalunya o en el Gran Premio Escalda, en este caso al paso del pelotón a 12 kilómetros de la meta.

“Hay una preocupación colectiva grande en torno a la seguridad del corredor”, apunta José Luis de Santos, presidente de los ciclistas españoles. “Los organizadores hacen un esfuerzo por la seguridad, pero se pueden escapar cosas, como ocurrió en Bilbao. Aquello se pudo haber solucionado con un bandera amarilla o incluso no quitando los contenedores”.

Según el reglamento de la UCI, “el organizador es el único responsable de la calidad y de la seguridad de la organización y las instalaciones” y “debe velar para que se eviten en el recorrido o el sitio de la competición, lugares o situaciones que presenten un riesgo particular para la seguridad de las personas”.

El caso del paso a nivel apuntaba más a una imprudencia de los propios ciclistas, pero, aun así, De Santos extiende la responsabilidad: “El juez y el organizador deben revisar con anterioridad a qué hora pasan los trenes”.

Otro asunto en el que se trabaja actualmente es en elaborar un protocolo para establecer cuándo hay que neutralizar o anular la competición con condiciones metereológicas desfavorables (lluvia, nieve, viento, calor, humedad y visibilidad).