"Estoy tan perplejo como vosotros", les dijo Kobe Bryant a los periodistas en New Orleans tras otra noche vintage en la que acabó dando el triunfo a sus Lakers ante los Pelicans (96-99) gracias a sus 27 puntos y 12 rebotes. Se quedó lejos de los 38 tantos (season high) que anotó 48 horas antes ante los Timberwolves, pero volvió a resultar decisivo en el clutch time al anotar un triple a 58 segundos para la conclusión que daba tranquilidad a los angelinos (92-98). "No, no estoy acabado", vino a decir mientras negaba con el dedo índice de su mano derecha camino del banquillo nada más girarse. De esta manera, dejaba sin premio el partidazo de Anthony Davis (39+11). Con 17 puntos en el tercer cuarto, 'la Ceja' mantuvo a los de Gentry en un encuentro en el que fueron a remolque desde el segundo acto.

Fue entonces cuando Jordan Clarkson (+17 para los angelinos con él en pista), D'Angelo Russell y Nick Young se combinaron para aportar 25 tantos que desequilibraron la balanza antes del descanso (48-59). Que no se rompiera del todo se debió en parte a un espectacular Ryan Anderson. Así que, pese a acumular el doble de pérdidas (16 por 7 de los locales), el equipo de Byron Scott se mantuvo siempre con rentas en torno a la decena de puntos hasta llegar a un cierre de noche de locos en el que se sucedieron los mates fallados al contraataque (el único pero que poner a Davis), los ataques en superioridad tras quedarse dos compañeros a esperar al hombre caído en el ataque interior... Una anarquía más propia de liga municipal que de la NBA. Caos que aprovecharon los Pelicans para ir acercándose. Según lo conseguían, iban creyendo cada vez más en un triunfo que no les hiciera perder demasiada comba respecto a un octavo puesto (el último que da acceso a los Playoffs) que les queda ya a seis partidos y medio de distancia.

Aunque hay que decirlo, habíamos dejado pasar por alto un pequeño detalle. En ese mismo escenario, hace cosa de un año, un jugador de los Lakers se lesionó el hombro. Un percance que le hizo pasar por el quirófano y perderse lo que quedaba de temporada, su decimonovena como profesional. "Hoy, por fin, he podido exorcizar mis demonios. La última vez que estuve aquí me disloqué el hombre", relató el protagonista. ¿Saben quién es? Exacto, Kobe Bryant.

Un último baile

Tras un arranque desesperanzador de curso, en el que muchos le dieron por acabado, parece haber encontrado la regularidad. O al menos eso dejan intuir sus tres últimas actuaciones en las que ha promediado 29,3 puntos (con un decente 44'4% en tiros de campo y un 50% en triples con 15 anotados), 8,3 rebotes, 3,3 asistencias y sólo 1 pérdida. "No estaba preparado para dar mi brazo a torcer porque la temporada no había acabado. No iba a abandonar. Aunque si estos partidos no hubiesen llegado, al concluir podría haberme mirado al espejo y estar cómodo conmigo mismo porque lo habría intentando todo", relató. Pero hasta que llegue ese momento, disfrutemos de esta fantástica racha de la 'Mamba Negra'. Quizá sea su último baile.