NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

VENEZOLANOS EN EL EXTERIOR

El chico que soñaba con jugar en el Barça y que se salvó tras recibir un disparo

Adalberto Peñaranda tiene una gran vida recorrida pese a su corta edad. Forjado en el Deportivo La Guaira llegó a entrenarse con el Cadete B del Real Madrid. Hasta recibió un balazo durante un asalto.

Actualizado a
El chico que soñaba con jugar en el Barça y que se salvó tras recibir un disparo

La trayectoria de Adalberto Peñaranda es apasionante. Futbolista nato. Destacó mucho en el Deportivo La Guaira. En el verano 2013 estuvo a punto de fichar por el Real Madrid. Una empresa de Venezuela organizó un campus con los 20 mejores jugadores del país en edad joven. Se entrenó en la Ciudad Deportiva del cuadro blanco con el Cadete B. “Conocí a Zidane y eso no se olvida” comentó. No se quedó en Madrid pese a que se interesaron por él. Manel Casanova, director de cantera del Málaga, le quiso fichar. Pero Juan Carlos Cordero, entonces director deportivo del Granada (actualmente ejerce en el Cádiz con notable éxito) anduvo más ágil y se le llevó. Parece mayor, pero solo tiene 19 años. Es hincha del Barcelona donde sueña jugar algún día. “Cuando era pequeño mi ídolo era Ronaldinho y ahora me gusta Neymar. Me encantan los jugadores que tienen magia. Me gusta el fútbol de fantasía” asegura.

En una entrevista que concedió en AS Adalberto Peñaranda relató un hecho escalofriante de su vida. “Salíamos de una fiesta en Caracas y empezaron los disparos. Gracias a Dios la bala entró por el muslo y salió sin tocar nada más que músculo. Luego me di cuenta de que el disparo fue a pocos centímetros de la rodilla. Pudo ser el fin de mi carrera”. Esto sucedió a principios de 2015. Se trataba de un asalto mientras salía junto a su compañero Charlis Ortiz. El intento de robo acabó con varios disparos. Peñaranda fue ‘afortunado’ Ortiz tuvo que ser intervenido quirúrgicamente para extirparle una bala que se alojó en su tórax.

Cada partido de Peñaranda con el Granada B era un espectáculo colosal. Un día contra el Cádiz formó un lío. Dio todo un recital. “A este chico se le quedaba pequeña la Segunda B” observó el sagaz Cordero quien habló con el entrenador, José Ramón Sandoval para que le pusiera en el primer equipo. El de Humanes alucinó y le apodó ‘Bala’. Peñaranda, aún dolido con lo del atraco no lo entendía hasta que se le explicó que era por su velocidad endiablada. Hay otra versión. Sandoval, con ironía, le dijo un día: “Porque eres mi última bala”, le comentó, según testigos, cuando los malos resultaban cuestionaban su futuro en el banquillo.

Se consagró. Velocidad, potencia, descaro y decisión. Cordero piensa que debe jugar como delantero aunque nuestro hombre se siente más cómodo como extremo izquierdo. El Granada le traspasó al Watford por 10,6 millones de euros. Tiempos de transición en que Ginno Pozzo vendió el club al chino John Jiang Lizhang por 37 millones de euros. El equipo inglés le cedió al Udinese, pero no se adaptó y una lesión le detuvo. El Granada le quiso repescar pero prefirió venirse al Málaga con quien debutó el pasado lunes contra la Real Sociedad tras sustituir al lesionado Sandro. El sábado en el Santiago Bernabéu jugará como delantero referencia. Peñaranda está cedido hasta junio pero el club ya planea ejercer la opción de que se quede un año más. “SI le dan cariño levantará a la gente de sus asientos” pronostica su gran valedor en España, Juan Carlos Cordero. Venezuela presume de futuro crack y el Málaga empezará a disfrutarle.