El Zaragoza no domina ninguna de las dos áreas
El desastre de Cádiz ha encendido todas las alarmas. En seis jornadas, Agné no ha sumado ni la mitad de los puntos en juego y el equipo está más o menos donde lo dejó Milla
Un equipo que no domina ninguna de las dos áreas es un equipo que no pueda aspirar a nada. Y eso es exactamente lo que le sucede al Real Zaragoza. Comete desajustes individuales gravísimos en su línea defensiva en prácticamente todos los partidos y no tiene artillería arriba para enmendarlos. Puede, como sucedió el sábado, que hasta parezca que tiene el dominio en muchas fases de los encuentros, pero es todo ficticio.
Los partidos se ganan y se pierden en las dos áreas y ahí el Zaragoza no tiene apenas argumentos. En esa doble operación de sumar virtudes y restar defectos, el Zaragoza está ahora mismo lejísimos de los candidatos al ascenso y bastante alejado de los que van a pelear hasta el final por entrar en el playoff. Al Cádiz le bastó con tapar el juego interior del Zaragoza o insistir una y otra vez contra Fran por su banda izquierda para desnudar todas las miserias del equipo de Agné, que ya es el más goleado de toda la Segunda División, un honor peligrosísimo que ha encendido todas las alarmas en una afición ya muy golpeada por la desgracia.
Después de cuatro años consecutivos en Segunda, cada derrota, aunque sea fuera de casa, genera una enorme frustración en la hinchada, y hace que quizá todo se ponga exageradamente en cuestión, pero el 3-0 de Cádiz no es una derrota más. El Zaragoza se cayó en el Ramón de Carranza con todo el equipo e hizo mejores a todos los jugadores rivales, empezando por Ortuño o José Mari, que pasaron por La Romareda con mucha más pena que gloria. El equipo, se mire como se mire, es un completo desastre como visitante. Lo era con Milla y lo es también con Agné. El técnico de Mequinenza tuvo un inicio muy notable, con dos victorias y un empate, pero en las tres últimas jornadas sólo ha sumado un miserable empate frente al Reus en La Romareda y el balance global se queda en sólo ocho puntos de 18 posibles. O lo que es lo mismo: con Agné el equipo no ha sumado ni la mitad de los puntos y el Zaragoza está más o menos donde lo dejó Milla, que hizo 15 puntos de 33 posibles. Ahora mismo el Real Zaragoza está otra vez dentro de un círculo vicioso que no parece tener fin. Y que devora dos entrenadores por temporada sin ningún efecto positivo.
Agné ha mejorado el trabajo semanal de Milla y ha recuperado para la causa a media docena de futbolistas de la plantilla, pero a efectos clasificatorios no hay nada apenas diferencias, y todavía menos con el desastre de Cádiz aún caliente. El equipo encajó un gol en el inicio de cada parte, lo que desvela una enorme falta de concentración, volvió a cometer gravísimos errores defensivos y en el área ajena no da ningún miedo. Ángel bulle pero no define y hasta Cani, cuyo talento es de largo lo mejor del equipo, rizo el rizo en una jugada que pudo haber supuesto un momentáneo empate. Pero lo peor es que se está instalando la sensación de que está en peligro hasta la permanencia en Segunda.
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