Urgencias en Balaídos
Celta y Atleti estrenan hoy horario en LaLiga (13:00, beIN) con una necesidad mutua: ganar. Los de casa aún no ha sumado un punto. Los de fuera, todavía no han ganado.
Celta –Atlético Madrid en directo
Ocurrió hace dos jueves. La sesión del Atleti hacía ya rato que había terminado, pero allí seguían Simeone y Gabi, ajenos a todo. Dos hombres que hablaban sentados en el centro del campo como si el mundo a su alrededor no existiera, como si Tiago no estuviera unos metros más allá, jugando con su hijo en una portería. Había mucho de qué hablar. El empate ante el Alavés. El 0-0 en Leganés. El calentón de Grizi. Qué hacer para enterrarlo todo.
Aquella conversación de casi una hora entre entrenador y capitán, no se sabe, quizá sí, tenga algo que ver con el cambio en el Atleti que hoy saltará en Balaídos (a la 13:00, en este nuevo horario de LaLiga que a gallegos y rojiblancos les toca estrenar). Hay varias cosas. La primera, el dibujo: 4-3-3. Y es que el Cholo, en Vigo, jugará con Carrasco, todo velocidad pegado a la cal.
Saúl estará en el centro y, arriba, Torres sentará a Gameiro. El francés vuelve intacto del virus FIFA pero El Niño trabajó brutal en el parón. Un parón que no ha atemperado las urgencias. El Atleti necesita ganar para que Barça y Madrid no se escapen más. Ganar para apagar las alarmas que a su alrededor suenan desde hace dos semanas. Para ello, sólo un botón: la victoria en Vigo. El problema es que a su rival le pasa lo mismo.
El comienzo del Celta tampoco ha sido como merece por jugadores y entrenador. Pero ante el Leganés, el equipo nunca llegó a saltar en Balaídos y, en el Bernabéu sí lo hizo, y jugó muy bien, pero en 15’ el Madrid lo tumbó. ¿Resultado? Cero puntos de seis. Y todas las urgencias.
Y las bajas. Porque Simeone, más allá de la de Moyá, no tiene, pero a Berizzo no le dan los dedos de la mano para contarlas. Alguna vital, como la de Orellana, que le obliga a un juego más directo y con menos toque. Arriba, sin Guidetti (ha sido papá), podría debutar Rossi, que tiene al Atleti víctima favorita: seis goles en nueve partidos.
Ya fue verdugo en la última Liga, como Berizzo en la última Copa, cuando todavía dolía que Simeone hubiera fichado a Augusto, capitán del Celta, en Navidad. Ayer, por cierto, dijo que aquello está olvidado. Quizá ya lo solucionaron todo, como Gabi y Simeone ese jueves, cuando hablaban como si, a su alrededor, el mundo no existiera.