Italia vuelve al ‘catenaccio’ después del adiós de Pirlo
En 2012 con Prandelli fue 3ª en pases; ahora es la 12ª. Conte ha recuperado una esencia que pareció haberse perdido con el anterior técnico.
Italia vuelve a ser la Italia que fue, la más fiel a su historia y a su personalidad ganadora, la que convirtió una forma de defender en un estilo a veces inabordable: el catenaccio. La era Antonio Conte ha recuperado una esencia que pareció haberse perdido con el anterior técnico, Cesare Prandelli. Con este último, la apuesta por el toque y los fantasistas llevó a la azzurra a ser subcampeona de Europa en 2012 y tercera en la Copa Confederaciones de 2013. Todo saltó por los aires, sin embargo, tras el sonado fracaso en el Mundial de Brasil.
Tocaba reconstruirse y Conte lo hizo volviendo a los orígenes. Recuperó la línea de cinco atrás, se protegió tras un portero —Buffon— y unos centrales —Barzagli, Bonucci y Chiellini— que ya le habían hecho triunfar en la Juventus, y renunció al balón prescindiendo en mediocampo de un desgastado Pirlo y por lesión de Verratti y Marchisio. Jugadores como De Rossi o Motta, que habían dejado de tener protagonismo, han vuelto a ser los mediocentros de un equipo con pocos constructores, ni siquiera el técnico Parolo.
En realidad cualquier cambio de identidad italiana tiene que ver con la ausencia de Pirlo, que se marchó a la MLS y desde entonces no ha sido conserado por Conte. La diferencia es abismal. Con él como manija del equipo en la Eurocopa de 2012, los italianos fueron terceros en números de pases dados por detrás sólo de España y Alemania; hoy son 12ª y les superan conjuntos ya eliminados como Rusia, Austria y Ucrania.
En cuanto a la posesión, el cambio también es notable. En 2012 terminaron terceros con un 58% de media (España y Alemania por delante), mientras que ahora van 13º con un 48% y habiendo sido superados en sus partidos ante Bélgica y Suecia, a las que pese a ello acabó derrotando. Italia sólo ha necesitado tres goles para ser primera y sólo ha concedido uno. La Italia de Conte recupera el catenaccio. Sin Pirlo, es la salida más lógica.
