“La Primera Champions llegará con gol de Fernando Torres”
Goyo, del Restaurante Ketutín, vivirá en Milán su tercera final de Champions: “Ser rojiblanco es más difícil Ganamos menos, pero disfrutamos más”.
Gregorio Peláez, maestro fogonero vallisoletano, se siente atlético desde que llegó a Madrid a principios de los setenta. Sabe que hoy será un día muy especial. Tras una larga semana de trabajo le espera San Siro, donde vivirá su tercera final europea como ‘colchonero’. Lo hará con el recuerdo muy vivo de las anteriores, pero convencido de que esta por fin será rojiblanca. ‘Primero porque el equipo se lo merece. Segundo porque ha tenido un recorrido muy complicado. Y tercero porque es la tercera final en la que voy a estar”, cuenta en plena cocina y aún con el delantal puesto. Argumentos del todo irrefutables. Y todavía más en Ketutin, el mesón que regenta en La Elipa y que destaca por los callos, el bacalao rebozado y los pimientos rellenos, su plato estrella. Ni las bromas de los clientes habituales le harán cambiar de opinión. “Soy el socio 1.069. Y no me he borrado nunca”, remarca.
Memoria atlética. De la primera final del 74 ante el Bayern, Goyo guarda un buen recuerdo. “Es el partido que más he disfrutado. Fui en coche con tres amigos a Bruselas y como no habíamos cruzado nunca la frontera pensábamos que estábamos en otro mundo. Tuvimos la mala suerte de tener que jugar un partido de desempate”, rememora. El Bayern goleó entonces 4-0, pero Goyo insiste. “Disfruté. Reina, Melo, Adelardo, Heredia, Eusebio, Gárate, Aragonés, Benegas… Era un equipazo”. La final de Lisboa en 2014 fue, en cambio, diferente. “Durante 93 minutos fuimos campeones. Cuando el árbitro prorrogó 5 minutos estaba convencido de que perdíamos”, confiesa. Y entonces, Goyo aclara. Milán será diferente. “Llevaré la camiseta de Torres dedicada y sin estrenar y marcará. Disfrutaré con ella la primera Champions”, dice con una ilusión contagiosa.
Por su restaurante han pasado muchos entrenadores rojiblancos, aunque admite que aún falta la visita de Simeone, el técnico que más le ha impresionado. En las paredes del salón principal cuelgan también fotos con ilustres madridistas como Casillas. “Cuando me preguntan siempre digo que fue cosa suya. Quiso sacarse la foto porque aquí el famoso soy yo y no él”, bromea.
Antes, ha aclarado su especial relación con los seguidores blancos. “Algunos me respetan y a otros les da lo mismo”, dice entre risas. Goyo sabe bien lo que es ser atlético. “Resulta mucho más difícil ser seguidor rojiblanco. Nosotros ganamos menos, pero lo disfrutamos más”.
Y en plena cuenta atrás sólo queda una pregunta final: ¿Qué menú prepararía para un atlético el día de la final? “Le pondría unos callos, una carrillera de ternera y un buen chuletón, pero allí con que comamos pizza y ganemos nos daremos por satisfechos”, cuenta con una amplia sonrisa. Goyo lo tiene claro. A la tercera final va la vencida. Ya toca.
