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CONCENTRACIÓN EN AUSTRIA

La Roja es supersticiosa y vuelve al pueblo del cencerro

Allí preparó Del Bosque sus dos grandes éxitos como seleccionador, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012. En Brasil 2014 lo cambiaron por EE UU.

SCHRUNS (Austria)Actualizado a
La Roja es supersticiosa y vuelve al pueblo del cencerro

España ha vuelto a Schruns, un pueblo rodeado de picos de más de tres mil metros en el corazón de Austria. Allí preparó Del Bosque sus dos grandes éxitos como seleccionador, el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012. Después, por razones comerciales, la Federación decidió preparar el Mundial de Brasil en Washington, y ya sabe todo el mundo lo que pasó.

De modo que Del Bosque, que tiene sus manías, recorrió ayer los cien metros que separan la plaza de Schruns del hotel de España en el Tirol tan contento, con el cencerro de la suerte que le regalaron las autoridades locales nada más llegar. También Toni Grande, el seleccionador ayudante, supersticioso desde pequeño. Ambos técnicos, como los jugadores, hicieron el paseo acompañados de los niños locales, que iban tan felices. “El año que viene tenemos que elegir niños más pequeños, porque algunos de los jugadores casi parecen sus amigos de clase en vez de sus héroes”, exageró Ulrich, un veterinario que se ocupa de las vacas que pastan por el valle. Vio pasar a Lekue y Meré y no daba crédito. “Pero si son unos críos...” Los meritorios, desde luego, causaron sensación entre la población local. “¿Quién es, en qué equipo juega?”, preguntaba otro chaval cuando se cruzó con Oyarzabal. Llevaba un álbum de Panini en las manos, un álbum de la Eurocopa. “¿Sale en los cromos?”. Hubo que explicarle que la mitad del autobús de España no irá a Francia, y que de la otra mitad ya veremos. Pero que son futbolistas que verá más en el futuro, en grandes competiciones.

Las calles de Schruns estaban engalanadas con la bandera nacional, y los comercios (la peluquería de Jenny, la carnicería Salzgeber o la cafetería Haller) tenían fotos de los internacionales en sus escaparates. De fondo sonaba una orquesta tocando el ¡Viva España! y los lugareños, bien con vestidos tradicionales o bien tocados con las camisetas de los héroes de 2010 y 2012 (las de Villa y Torres, curiosamente, eran las más vistas) daban vítores al paso de los jugadores mientras con la mirada parecían decir: No vinisteis en 2014 y mira lo que os pasó. “Nuestro pueblo ha dado suerte a la Selección, eso está demostrado”, afirmó una señora vestida de época.

El caso es que la recepción quedó bien, curiosa. El ambientillo era un híbrido entre las fiestas de los partidos políticos en la casa de campo (o en el parque de atracciones) y una llegada de cualquier etapa de la Vuelta Ciclista a España, por ejemplo la de Puebla de Sanabria. Pero era lo de menos, a lo que ha venido España hasta aquí es a recibir el cencerro, que parece que da suerte.

La Selección llegó, saludó y se concentró en su hotel, el mejor de la comarca. Un edificio que en invierno vive de esquiadores y en verano, salvo en 2014, de futbolistas.

Por la tarde, España celebró su primer entrenamiento. Fue todo el pueblo, tres mil habitantes cuando no hay nieve, treinta mil cuando están abiertas las estaciones de esqui.

Y Del Bosque, tan contento. Por aquí, en Schruns, es todo calma y no será fácil ver a Shakira con un sombrero de cowboy por los alrededores del hotel de España, como pasó en Washington. Porque por Piqué y su pareja preguntó Jenny, la peluquera.