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REAL SOCIEDAD 3 - GRANADA 0

Oyarzabal enamora y hunde al Granada

Doblete del renovado canterano de 18 años. Tercer triunfo seguido txuri-urdin; quinta derrota consecutiva fuera de los nazarí.

Actualizado a
Oyarzabal enamora y hunde al Granada

En el día de San Valentín, Mikel Oyarzabal se puso tontorrón y enamoró a todo Anoeta con una actuación sobresaliente, coronada con su primera doblete en Primera división. Con 18 años el futuro es suyo, y el corazón de la afición realista también. Con sus dos goles en la victoria al Granada (3-0) catapulta a su Real, que suma su tercera victoria seguida y por primera vez en mucho tiempo se sitúa más cerca de Europa que del descenso. Y de paso hunde un poco más a un Granada que, quizá, recibió un castigo excesivo, pero que también hizo demasiado poco como para pensar en sacar algo de San Sebastián. 

Seguramente, el partido fue más igualado que lo que refleja el resultado, pero también que lo ganó el equipo que más eficaz fue en las dos áreas. La Real Sociedad fue contundente en su portería, apenas concedió al Granada ocasiones claras; y estuvo brillante ante el marco defendido por Andrés Fernandez. Cada vez que llegó, creó peligro, y cada vez que hizo peligro, la jugada terminó en gol. Y todo liderado bajo la figura de un joven chaval de 18 años que acaba de llegar a Primera y que esta misma semana firmó su primer contrato como futbolista profesional.

Oyarzabal marcó dos goles, abrió y cerró la goleada contra el Granada, pero más allá de sus goles, destacó por su personalidad para pedir el balón, para intentarlo, por dentro y por fuera, y por estar siempre en cada jugada de peligro realista y merodear con peligro la portería rival de forma insistente. El hat-trick no estuvo lejos. Anoeta se habría venido abajo. Fue seguramente la primera de las muchas exhibiciones que le quedan por delante a este joven atacante eibarrés, la ultima perla que ha sacado la siempre prolífica cantera de Zubieta. 

El partido arrancó con mucha intensidad. Con el Granada tratando de aprovechar la velocidad de sus jugadores de banda, Success y Peñaranda, pero sin llegar a materializar lo mucho que intentaba. Enfrente se encontró con una Real bien puesta, que no se quedaba atrás en intensidad, y que materializó la primera doble ocasión clara que tuvo. Como no, Oyarzabal como protagonista. Asistió Yuri, y Vela y empezaba a asomar. Eso cambió el escenario del partido, porque dejó tocado al Granada, que aunque no se descompuso, es verdad que ya no tenía tanta claridad para tirar los contragolpes.

Y cuando el partido llegaba al descanso, otro mazazo para el Granada, el 2-0 de la Real. Vela destapó el tarro de las esencias con un pase maravilloso a la espalda de la defensa y Jonathas, con otro desmarque igual de maravilloso, sólo tenía que marcar con el interior del pie derecho. Golazo. 

Con ese 2-0 la segunda parte parecía un mero trámite. Pero empezó con una velocidad endiablada. En sólo dos minutos, el Granada estuvo cerca de reducir diferencias y la Real tuvo hasta tres ocasiones clarísimas para haber marcado el tercer gol. Para entonces, Vela ya estaba desatado creando oportunidades y haciendo diabluras en los últimos metros. Precisamente, una de sus diabluras acabó en el definitivo 3-0. Aprovechó un pase de Illarra para driblar a Ruben Perez y plantarse delante de Andres Fernández, ahí puso la pausa que solo los cracks saben poner para asistir a un Oyarzabal que empieza a demostrar el olfato goleador que tiene, porque sabe estar siempre en el sitio justo y en el lugar adecuado.

De ahí al final, poca historia. El Granada se deshizo como un polvorín y solo fue capaz de tirar al larguero en la misma jugada con Rico y Rochina, y la Real estaba más pendiente del tercer gol de su incipiente nueva estrella, un Oyarzabal que se llevó con todo merecimiento la primera gran ovación de la grada de Anoeta. El día de los enamorados, Oyarzabal enamora. San Valentín nunca se equivoca.