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SUB-21 | ESTONIA 0 - ESPAÑA 2

España gana y sufre pese a firmar 18 tiros a puerta en Estonia

La nueva Sub-21 de Albert Celades logró vencer en Estonia: Gayá anotó el primero y el segundo lo marcó Deulofeu de penalti en el descuento.

Actualizado a
España gana y sufre pese a firmar 18 tiros a puerta en Estonia

España se enredó con Estonia y no pudo encauzar la victoria en su estreno oficial como Sub-21 hasta los últimos minutos, cuando dos goles salvadores de Gayá y Deulofeu, de penalti, le dieron tres puntos vitales en su arranque hacia la Eurocopa de 2017. La Rojita tuvo intención, perseverancia y juego, pero le faltó pegada.

Los 18 tiros a puerta con los que acabó el choque no se reflejaron en el marcador más que al final y ese es un problema que debe corregir Celades. Ya no está Morata, tampoco el 9 de la anterior generación, Rodrigo, y la presencia de Munir aporta muchas cosas pero desde luego no tanto gol como estos dos anteriores.

Lo que no cambió fue el estilo. España decidió que el toque era su única vía y lo multiplicó en su fórmula para mover a la defensa estonia. Saúl actuó de mediocentro posicional y Óliver y Ceballos —menuda pareja—, por delante como interiores para dirigir las operaciones. La velocidad de balón era fundamental para marear a una zaga pobladísima, de esas que se encuentra siempre España cuando le toca visitar un país futbolísticamente inferior.

Los únicos que se salían del acordeón típico español eran Deulofeu, que ofrecía amplitud, y Munir, activo en su misión de moverse constantemente y descubrir huecos. Ninguno de los dos estuvo punzante, hasta el punto de reducir las opciones españolas a las llegadas de sus laterales. Los tiene de enjundia esta Sub-21, como las últimas, en Gayá y Bellerín, y por allí descubrió España un camino hacia el gol que durante media hora se le había taponado. Extremos ambos en sus orígenes, fue una jugada entre los dos la que pudo suponer el primer y ansiado gol. Sin embargo, el disparo de Bellerín fue repelido por el poste.

España debía temer más al paso de los minutos que a Estonia y la falta de acierto de cara a gol no ayudó a lo contrario. Celades retiró a Ceballos, puso a Denis Suárez por dentro y abrió el campo con Samu Castillejo, peón asimétrico a lo que por el otro costado era Deulofeu. Hubo ocasiones como para no sufrir tanto, pero el respiro sólo llegó en el 82’, cuando el margen se terminaba y el castigo de un mal resultado amenazaba a esta nueva generación en su estreno.

Deulofeu, discreto durante casi todo el partido pero decisivo cuando de verdad hace falta, se inventó una jugada que el ratonero Gayà, el mejor del partido, empujó a la red con rabia. El trabajo estaba hecho y sólo quedó celebrarlo aún más en el descuento, gracias a un penalti cometido sobre Munir que Deulofeu convirtió con clase. Hay fútbol, hay talento, hay calidad. La duda es saber si también hay gol. En Estonia, desde luego, costó encontrarlo.