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RAYO VALLECANO

Juan Carlos: de descartado ante el Valencia a jugar en Balaídos

En ocho días, la portería del Rayo ha dado un vuelco. Toño se salió en la primera jornada y fue expulsado en Vigo; Cobeño está lesionado y el fichado Juan Carlos debutó.

Actualizado a
21/08/15 ENTRENAMIENTO RAYO VALLECANO 
 JUAN CARLOS
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

En el Rayo, el de portero es un puesto caliente. Toño se salió en el estreno liguero ante el Valencia, pero en Vigo fue expulsado a los nueve minutos. Entró en su lugar Juan Carlos, canterano que regresó a Vallecas este verano y que en la primera jornada ni se sentó en el banquillo, y dio la talla aunque nada pudo hacer para evitar la derrota de su equipo. “Me voy fastidiado a pesar de jugar con el Rayo en Primera, que es lo que siempre había querido. Ha sido un debut amargo”, valoró tras el partido: encajó tres goles, pero realizó cuatro paradas de mérito.

El alcarreño ya sabía lo que era jugar con el primer equipo del Rayo, pero en Segunda, en 2011. Aquel verano salió y, tras dos cursos en el Hércules y otros dos en el Córdoba, el último en Primera, volvió a casa. El Rayo pagó por él 100.000 euros, la primera operación con desembolso de la era Felipe tras más de cien fichajes a coste cero.

Juan Carlos fue el descartado en la primera jornada, pero la lesión de Cobeño en un entrenamiento y la expulsión de Toño le dieron la oportunidad de jugar en Balaídos. Contra el Depor, Juan Carlos podrá quitarse el mal regusto del 3-0 y convencer a Paco: “Sigo trabajando, como el día en que llegué. Si el míster decide que salga, intentaré hacerlo bien”.

Las rotaciones obligadas han llegado ya a la portería del Rayo. A día de hoy, tiene un portero sancionado y otro lesionado. El curso pasado, Paco afrontó situaciones similares: Toño, Cristian y Cobeño tuvieron partidos y los tres sufrieron lesiones. Especialmente desafortunado fue el Rayo-Real Madrid: Cristian se lesionó al calentar, Cobeño pasó al once y Toño, en casa con amigdalitis, fue reclamado para el banquillo. Desde aquel día, el técnico decidió que siempre viajasen tres porteros.