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REAL MADRID

Adauto: de portero del Madrid a internacional con Australia

Jugó 12 partidos de blanco (1947-53) y en 1961 emigró a Sidney. Con Australia disputó un partido amistoso que terminó en derrota: 1-5 ante el Everton.

MELBOURNEActualizado a
EN CHAMARTÍN. Adauto salta al terreno de juego del estadio Chamartín junto al resto de sus compañeros.
Archivo personal de la familia

Adauto Iglesias fue uno de los pioneros de la liga de soccer australiano. Asturiano, de Mieres, y portero, fue fichado con 18 años por el Madrid (era el tío de los hermanos Ablanedo: el portero Juan Carlos y el defensa José Luis). Jugó de blanco de 1947 a 1953 aunque estuvo cedido en el Plus Ultra en dos etapas (1947-48 y 1950-53). Disputó de madridista sólo 12 partidos: nueve de Liga y tres de Copa. Tras pasar por el Celta y el Círculo Popular de Langreo, se retiró. En 1961, con 31 años, se marchó a Australia.

Un día, paseando por Sidney, Adauto le comentó a Bob Walker, uno de los jefes del Apia, equipo de la comunidad italo-australiana, que quería jugar. El 17 de mayo de 1961 participó en su primer encuentro con el segundo equipo del Apia. Les cautivó. Así empezó su carrera en Australia. “Me dijo que vino por vacaciones. Quería ver el país. Le gustó. Luego me encontró a mí y se quedó”. La que habla es Wanda, su viuda, a la que todos conocen como Adua. Ella le conoció ya jugando en el equipo: “Por entonces, el Apia era un equipo fuerte. Pero él fue uno de los mejores. El fútbol no tenía mucho tirón en Australia. Creo que jugó siete u ocho años”. Sólo hay que leer crónicas de la época para entender su nivel. Se le comparó con Grosics, el portero húngaro.

Ese buen hacer le llevó incluso a la selección australiana: “Sólo iba a los entrenamientos, pero jugó un partido ante el Everton, en su gira por Australia, y le metieron cinco”. Fue el 18 de mayo de 1964 y los aussies perdieron 5-1. Tras retirarse definitivamente, se dedicó a los banquillos. “Fue técnico del Apia y luego del Marconi”.

Adua se acuerda perfectamente de cómo trataban los australianos a su marido: “Era como un Dios. Murió en 1991 y aún hay quien me habla de él. Hasta el Madrid, después de tantos años, se acordó de él cuando nos dejó. Enviaron un telegrama que conservo y unas flores con los colores de la bandera de España”.

En España. Adua rememora sus visitas a nuestro país: “Cuando fui a Madrid por primera vez, el Bernabéu estaba cerrado, pero cuando dije que era la mujer de Adauto me abrieron la puerta y lo pudimos ver”. Antes de despedirse de AS se emociona: “Aquí toda la gente saltaba cuando hacía una parada. Yo le recuerdo como una persona maravillosa y muy guapo. Cuando murió, yo era joven, pero sabía que nunca encontraría otro Adauto”. Un hombre de Mieres que con 18 años fue al Madrid y acabó su carrera como internacional con Australia tenía que ser especial.