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REAL MADRID | TRAYECTORIA DE BENÍTEZ (IV)

Inter y Chelsea: bajo la persecución de Mourinho

En el Inter ganó la Supercopa y el Mundialito pero le despidieron en diciembre. Tras dos años parado, le llamó el Chelsea. Ganó la Europa League, pero la hinchada nunca le quiso.

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Inter y Chelsea: bajo la persecución de Mourinho

De vivir seis años siendo una figura respetada en Liverpool a verse en el paro tras entrenar sólo seis meses al Inter. Así fue primera experiencia de Benítez en el Calcio. La empresa en el club lombardo, con el que firmó en junio de 2010, era peliaguda. Heredaba un equipo exprimido por Mourinho para ganar el triplete con una Copa de Europa que se había resistido 45 años. Tampoco era el sueño de Moratti. Fantaseaba con Guardiola, la realidad le golpeó con las negativas de Mihajlovic y Capello y acabó abrazándose a Benítez. Sólo le firmó dos temporadas, el contrato más corto a un técnico en sus años como rector interista.

El verano deparó la Supercopa de Italia al ganar al Roma por 3-1, pero después cayó en la Supercopa de Europa contra el Atlético (2-0). “En el Inter tenía quince jugadores mayores de 30 años, me prometieron fichajes y no llegó nadie...”, se quejaría después. A su falta de sintonía con Moratti, que se escudaba en el Fair Play Financiero, se unió la rápida pérdida del vestuario. Chocó con Materazzi, el jefe de los legionarios de Mou. El portugués se seguía mensajeando con la plantilla. En 2013, el central se despachó en France Football. “Yo jamás hubiera fichado a Benítez. En el centro de entrenamiento había fotos de Helenio Herrera, Mancini y Mou. Benítez quitó las de José. Ahí mostró su carácter de persona débil”. Rafa se defendió con dureza: “Es un mentiroso”.

En paralelo, varios resultados le acercaban a la guillotina. Su Inter perdió 1-0 el derbi della Madonnina con gol del exinterista Ibrahimovic y después recibió un 3-0 en Bremen. La fractura fue insostenible nada más ganar el Mundialito al Mazembe de Congo (3-0). Benítez aseguró que la plantilla pagaba los platos de dos años con Mourinho donde no recibieron un “correcto entrenamiento” y exigió fichajes. El propio Mou le provocaba desde Madrid: “Debería darme las gracias porque ganó ese título gracias a mí...”. El plantel estaba ya fuera de control. Zanetti lo revelaría más tarde en La Gazzetta. “Con esas declaraciones, Benítez rompió el ecosistema del equipo”. Moratti no le dejó ni celebrar la Navidad y el 23 de diciembre le destituyó con el Inter séptimo, a 13 puntos del Milán.

Un amargo final de 2010 que le hizo tomarse casi dos años sabáticos en su mansión de West Kirby (Liverpool), donde desarrolló su web y una aplicación de Ipad para entrenadores. Hasta que le llamó Abramovich en noviembre de 2012. Acababa de echar a Di Matteo, el hombre que le había dado al Chelsea su única Champions. Una historia similar a la vivida en el Inter...

Benítez aceptó el reto, pero los hinchas blues no. Recordaban sus palabras de 2007: “Nunca entrenaría al Chelsea por respeto al Liverpool. Para mí solo hay un club en Inglaterra”. En su debut vio pancartas en Stamford Bridge de ‘Rafa out’ y gritos a favor de Di Matteo y The Special One. Para finales de febrero, perdió la paciencia con la grada. “Me iré a final de temporada, que no malgasten el tiempo conmigo”.

Al igual que en Milán, su convivencia con los pesos pesados no fue plácida. La prensa inglesa aireó que tras un 2-0 contra el City abroncó al equipo y Terry le replicó: “Este grupo ganó la Champions en mayo”. El capitán, ya con 33 años, había sido relegado al banquillo y no era secreto que también se mantenía en contacto con Mourinho. Pese a todo, su periplo en Londres no fue en blanco y alzó la Europa League al ganar al Benfica (2-1) con gol de Ivanovic en 93’. Fue su única alegría. Cansado, volvió a hacer las maletas. En el billete ponía Nápoles...