El árbitro del encuentro
Gil Manzano: en manos de un árbitro extremeño de 30 años
A los 28 consiguió el ascenso a Primera y es el segundo trencilla más joven de la Liga tras Bikandi Garrido. Con 29 se convirtió en el árbitro español más joven en ser internacional.
La vida en Don Benito (Badajoz), pueblo extremo de 37.000 habitantes, se revolucionó cuando trascendió que Jesús Gil Manzano (30 años) debutaba en un Clásico siendo el segundo árbitro más joven de la Liga tras Bikandi Garrido. Toda su carrera ha estado dominada por la precocidad. Fue su hermano Carlos, cinco años mayor que él, quien le metió el gusanillo del arbitraje, que empezó a practicar con 11 años. Pasó por todas las categorías hasta llegar a Tercera, donde militó cinco temporadas. Con 22 años ascendió a Segunda B, con 25 a Segunda y con 28 consiguió el ascenso a Primera, un hito, ya que también fue el segundo más joven en hacerlo tras Undiano (27). Para entonces ya había terminado sus estudios. Es licenciado en Ciencias Ambientales por la Universidad de Salamanca y realizó dos masters, uno en Prevención de Riesgos Laborales y otro en Recursos Renovables e Ingeniería Energética. Al completarlos, creó una empresa relacionada con el sector agrícola junto a su pareja. Pero tras su ascenso a Primera prefirió cerrarla para dedicarse sólo al arbitraje. “Todo en mi vida lo he hecho pensando en ser el mejor colegiado”, ha comentado alguna vez. Tanto es así, que sabiendo su dificultad con los idiomas y queriendo ser internacional, se fue a vivir a Inglaterra para estudiar inglés durante el año de su debut en Primera. Viajaba a España los fines de semana. Estando en Segunda, fue escogido por el CTA para acudir a un curso de excelencia de jóvenes talentos del gremio en Zúrich. A finales de 2013 se convirtió en el árbitro internacional español más joven (29 años).
“El árbitro tiene que ser un psicólogo en el campo”. Es su máxima. Y su preparación física excelente. Pero eso no le ha valido para verse envuelto en polémicas. Pasó un tiempo en la nevera por el Betis-Athletic de la pasada temporada: dos penaltis a favor del Betis que no pitó y uno señalado en su contra que había sido fuera del área, además de dejarle con nueve. Con el Madrid tampoco empezó con buen pie. Cuando le pitó la primera vez (han sido siete con cinco victorias, una derrota y un empate) en 2012, anuló un gol legal de Benzema por fuera de juego y no pitó un penalti por mano de Nosa a centro de Kaká. Todo con 1-0 a favor del Betis. Esta temporada también fue sonado que no concediera un gol fantasma siendo asistente de área de Fernández Borbalán en el Roma-CSKA (5-1) de Champions.
Esos fallos no han impedido que Sánchez Arminio siga empujando su figura. Se rumorea en el gremio que el designado era Martínez Munuera (otro joven, este valenciano, que goza de su favor), pero que una filtración molestó a Arminio y cambió, obviando la regla (no escrita) de que un trencilla no debe arbitrar dos veces en el mismo campo en una misma vuelta. Y Gil Manzano ya pitó el Madrid-Córdoba que abría la Liga. Al Barça le pitó dos veces (dos victorias).