Amrabat liquida al Córdoba

El Málaga se llevó con toda justicia los tres puntos del Arcángel tras realizar un partido muy completo en el que fue superior desde el minuto uno a un Córdoba blando e inseguro. Carlos González, su presidente, dijo en los prolegómenos del encuentro que “pase lo que pase, Ferrer acabará la temporada con nosotros”. Respaldo aparente para el preparador catalán a pesar de la cruda realidad clasificatoria de un equipo blanquiverde que no conoce la victoria, se hunde en la tabla y da muestras de unos miedos que, o templa con rapidez, o no remontará el vuelo.

El Málaga salió muy concentrado y más organizado que un Córdoba tembloroso y con insuficientes fogonazos de Fidel y Cartabia. El argelino Ghilas, aun con exceso de peso, peleaba en desventaja contra Weligton y Sergio Sánchez. A los 14 minutos Juanmi, en asombroso eslalon, se fue de cuando contrarios le salieron al encuentro. Su exquisito toque final mereció los honores de un gol que llegó siete minutos después. Un fantástico envío largo de Camacho es increíblemente desviado con la punta de la bota, y al más puro estilo Ibrahimovic, por Samuel García que venía en carrera. Un maravilloso gol.

El Córdoba perdió el rumbo. Estaba groggy. A los 29 minutos, la defensa blanquiverde, a contrapie, no puede evitar que Amrabat controle el balón con autoridad y observe el veloz desmarque de Juanmi. El de Coín, cuando se dispone a controlar, es derribado por Juan Carlos. Penalti bien señalado por González González y amonestación bien penalizada para el cancerbero local. Amrabat convirtió la pena máxima en el 0-2, su primer gol de la temporada.

Ferrer tenía que hacer cambios. Y puso a Campabadal y Xisco por los anoche desafortunados Pinillos y Fausto Rossi. Nada. La defensa del Córdoba era un flan que auspiciaba la pasmosa facilidad con la que Amrabat, Castillejo, Samuel o Juanmi se paseaban. Cinco atacantes del Málaga, dos defensores del Córdoba. Minuto 54. El 0-3 se mascaba. Amrabat era la pesadilla de Deivid e Iñigo López.

Xisco, a los 76 minutos, pegó una patada al aire cuando tenía la portería vacía y lo fácil era empujar ese balón, procedente de un rebote en Weligton, a la red. Al Córdoba no le salía nada. El Málaga, que lanzó 13 córners anotó dos goles, pero tranquilamente pudieron ser seis. Muy flojo el Córdoba que maquilló su purgatorio con un buen gol de Ghilan en la última jugada del encuentro.