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URUGUAY | GRUPO D

'El Manosanta', el hombre que recuperó a Luis Suárez

Walter Ferreira es el fisioterapeuta que ayudó a que el goleador uruguayo pasara de la silla de ruedas a festejar dos goles decisivos en el Mundial de Brasil en sólo 28 días.

Actualizado a
Luis Suárez celebra uno de los goles a Inglaterra con Walter Ferreira.
Julian FinneyGetty Images

Detrás de la recuperación de Luis Suárez hay un hombre, Walter Ferreira, el fisioterapeuta que ayudó a que el goleador uruguayo pasara de la silla de ruedas a festejar goles decisivos en el Mundial de Brasil en sólo 28 días. Apenas Suárez convirtió el primero de sus dos goles que tumbaron a Inglaterra el jueves, el delantero uruguayo abrazó a un asistente del cuerpo técnico y lo señaló con el dedo índice para que el resto del mundo lo conociera.

El auxiliar, hasta entonces anónimo, es Ferreira, el kinesiólogo de la selección uruguaya que le permitió a Suárez completar su recuperación física en 28 días y que a su vez también encarna otro ejemplo de lucha en el plantel uruguayo. "Ese agradecimiento es para Walter Ferreira, que es el fisioterapeuta que me recuperó", dijo el máximo goleador de la última Premier League después de su actuación en el triunfo por 2-1 de Uruguay sobre Inglaterra. Suárez y el resto de los futbolistas lo llaman "El Manosanta", un apodo que habla de su sabiduría para rehabilitar jugadores lesionados en menos tiempo del que dictan las previsiones médicas. 

Ferreira, un hombre de perfil bajo y que no habla con los medios, se convirtió en el principal apoyo de Suárez para que el máximo goleador de la historia de la selección uruguaya volviera a jugar menos de un mes después de que fuera operado de la rodilla izquierda, el 22 de mayo.

Sin embargo, ése es sólo el 50 por ciento de la historia que une a Suárez y Ferreira hasta límites tan estrechos como el emocionante  festejo del primer gol a Inglaterra. La ayuda fue recíproca porque Suárez también actuó como el sostén anímico del fisioterapeuta, un profesional de 63 años que desde  comienzos de este año también encarna una historia de lucha, una  mucho más difícil que la del goleador.

Ferreira realizó antes del Mundial sesiones de quimioterapia para recuperarse de un cáncer y estuvo a punto de no viajar a Brasil. Su  debilidad física lo hizo dudar. "Ferreira vino a Brasil para acompañar a Suárez. Para estar a su  lado", contaron a dpa integrantes de la delegación.

"Si no era por Walter, yo no estaría acá. El 90 por ciento del gol se lo dedico a él. El otro diez por ciento al resto. Por todo lo que me ayudó y por lo que está sufriendo", amplió Suárez en el estadio Itaquerao, en alusión a la enfermedad que sufre Ferreira. "Walter hizo un gran trabajo. ¡Hizo despertar a la bestia! Lo ayudó al animal", dijo a dpa el portero uruguayo, Fernando Muslera, en relación al fisioterapeuta por cuyas manos pasaron los mejores  jugadores uruguayos de los últimos años, como Rubén Sosa, Enzo Francescoli, Diego Forlán y Alvaro Recoba, entre muchos otros.

Ferreira era hasta el jueves el eslabón desconocido entre el Suárez en sillas de ruedas que dejó un hospital de Montevideo el 22 de mayo y el Suárez pletórico del 19 de junio en Sao Paulo. Suárez se rompió los meniscos de la rodilla izquierda el 11 de mayo en un Liverpool-Newcastle de la Premier League. La lesión, un golpe del galés Paul Dummett, estuvo acompañada por una cadena de circunstancias que impidieron una pronta detección del problema.

Pero ya de regreso a Uruguay, en la semana siguiente, Suárez sintió un dolor en la segunda práctica de la selección. Lo consultó con los médicos y el diagnóstico indicó una cirugía urgente seguida de un tratamiento contrarreloj. Allí entró en escena Ferreira, que a pesar de sus delicadas condiciones de salud le dedicó muchas horas por día a la recuperación de Suárez. Los trabajos no se realizaron en el Complejo Celeste, el lugar de entrenamiento de la selección, sino en los domicilios personales de Ferreira y Suárez.

Entre la estrella mundial y el colaborador anónimo se fortaleció la relación personal: el fisioterapeuta acudía diariamente a la casa del jugador en Montevideo y viceversa. Pocas horas después de su épica tarde ante Inglaterra, Suárez  subió a Internet un mensaje grabado en pleno vestuario del Itaquerao.  "Este momento se lo agradezco a mi mujer, a mis dos hijos, y a Walter Ferreira, que si no fuera por él, yo no estaría acá", repitió Suárez.