"Creí que se me había roto el mismo hueso"

El Elche sumó un punto en Chapín que le sirvió para cortar la sangría de resultados negativos que le acechaban. Fue un partido duro y muy físico, de mucho choque. Y ahí el que salió peor parado fue Héctor Verdés. El central, que llevaba varios partidos sin entrar en el once, se llevó la peor parte en un encontronazo con el xerecista Tato. El resultado del choque de trenes fue dos dientes rotos y un traumatismo craneoncefálico que le causó mareos y escalofríos una vez acabado el encuentro.

El jugador se quedó en una clínica de Jerez mientras sus compañeros se marcharon en el autobús y al filo de la medianoche viajó en coche hasta Elche. "Fue sólo un susto y ya estoy bien. El golpe fue muy cerca de donde tuve la fractura en pretemporada. Por un momento creí que se había vuelto a romper el hueso por el mismo sitio", explicó ayer el valenciano.

Sin secuelas. Verdés pasó el día ayer en Elche, con calmantes, pero sin más problemas. El jugador quiere olvidar el percance y pensar ya en el partido contra el Huesca. "Lo de los dientes se soluciona en el dentista y de lo demás no tengo nada roto. Así que no pienso perder ni siquiera ninguna sesión de entrenamiento. Mañana (por hoy), a entrenar", comentó el defensa ilicitano.

"Por suerte fue casi al final"

Héctor Verdés volvió al once por sorpresa. Jugó de central, junto a Pelegrín, y fue cogiendo el ritmo según fue avanzando el partido. "La suerte fue que el golpe me lo llevé casi al final. Así no tuve que retirarme y pude acabar el partido. Necesitaba jugar un partido completo ya que hace mucho que no juego tres seguidos", explicó Verdés. El futbolista franjiverde se entrenará hoy con normalidad. Es probable que también trabajen con el grupo Albacar, Carpio y Palanca. Por su parte, Linares tiene hoy consulta con Cugat.