Argentina - España | Preparados para recibir a la campeona
La Selección desata la locura en Argentina
No hay entradas y la recaudación será la mayor de la historia
La llegada de España a la Argentina se ha convertido en una cuestión de Estado. La Furiamanía se ha desatado con tanta magnitud que por estas horas en la tradicional peatonal de la calle Florida hay tantas camisetas de España como en cualquier rincón de Madrid... Por un instante, los argentinos se olvidaron del frío, el viento y la lluvia para disfrutar del calor y el júbilo que ha generado la visita del equipo de Vicente del Bosque, que al cierre de esta edición aterrizaba en el aeropuerto de Ezeiza en medio de una expectación mayúscula.
Es tan grande el deseo de los argentinos de enfrentar (y ganarle) al campeón del mundo que los tickets, puestos a la venta con un precio altísimo para la cartera doméstica, han volado de las boleterías y desde la AFA pronostican que la recaudación del amistoso será la mayor que pueda registrarse de la absoluta en toda su historia: 1,5 millones de euros (alrededor de siete millones de pesos argentinos). Apoteósico.
En medio de la fiebre despertada por España, del regreso de la albiceleste al Monumental tras un Mundial que terminó en frustración, y del estreno del seleccionador Batista en Buenos Aires, hasta la presidenta Cristina Fernández de Kirchner quiere saludar a los futbolistas más admirados por los argentinos. Por esa razón, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, adelantó que mañana Cristina recibirá en la Casa de Gobierno al seleccionado español en un acto con todos los honores.
España se hospedará en el hotel Emperador del microcentro porteño y luego de descansar durante la mañana de hoy, por la tarde se entrenará en las instalaciones de la Bombonera, el mítico estadio en el que juega Boca Juniors. De no mediar sorpresas, la selección de Del Bosque volverá a hacerlo el lunes y por la tarde se trasladará al barrio de Núñez para hacer el reconocimiento del campo de juego del Monumental.
Locura. Júbilo. Y el orgullo de cobijar a la selección campeona del mundo. Todas sensaciones que experimentan los argentinos ante una gala que será para recordar.