Es lunes. El fin de semana ha sido tan maratoniano que apenas has tenido tiempo para preparte el tupper del trabajo. Suena el despertador y lo atrasas. Te das cuenta de que ya no te da tiempo a prepararte el arroz con pollo por algo muy sencillo: no tienes pollo.

Por suerte, tus padres han venido a verte este fin de semana y te han dejado unos filetitos de la terra galega en la nevera. Pero, claro, los filetes recalentados pasan de ser un manjar a una comida de astronauta. ¿Solución? Tomar ejemplo del buen hacer de esta trabajadora japonesa.

Si hay gente que se prepara la ensalada en frente del ordenador ¿por qué no unos filetitos a la plancha? Olvídate de llevarte el camping gas a cuestas, el procedimiento es mucho más sencillo si le robas la plancha de la ropa a tu jefa y sigues las siguientes instrucciones:

1. Cubre la plancha y el escritorio con papel de aluminio

2. Soborna a tus compañeros y díles que si no se chivan les darás un filetito

3. Abre las ventanas y ten a mano tu ambientador del coche