Un jubilado italiano de 70 años ha optado por canalizar la indignación que le despiertan las noticias de los medios de comunicación de una forma muy novedosa: enviando cartas personalizadas a sus protagonistas. Si un político aprobaba alguna medida injusta, este justiciero de la tercera edad le castigaba enviándole por correo el papel higiénico con el que se limpiaba el culo. Literalmente.

Durante tres años logró enviar más de 10.000 cartas con restos de sus heces, según informan fuentes policiales a la agencia Askanews, medio que recoge la noticia original. En el remite de las cartas aparecía el veredicto que el policía jubilado realizaba a cada uno de estos personajes. "Pedófilo", "Ladrón" o "Asesino" son algunos de los juicios de valor que presidían los envíos, acordes siempre al contenido de la carta.

Al contrario de lo que pueda pensarse, el malhumorado señor no actuaba en solitario. Su pareja era la encargada de llevar a la oficina de correos las cartas y enviárlas al afortunado destinatario. Gracias a ella y a una agenda con miles de contactos consiguió hacer llegar sus excrementos a Bengt Holst, el director del zoo de Dinamarca que ordenó descuartizar a la jirafa Marius, entre otras personalidades polémicas.

Tras ser descubierto, el expolicía mostró su arrepentimiento y reconoció que el envío de misivas se había convertido en una obsesión que le obligaba a ver todos los días los informativos en busca de personas a las que castigar.