El luchado de UFC del peso semipesado Sean O'Connell es un fuera de serie. Y no porque sea uno de los mejores, sino porque literalmente se sale de lo normal.

Durante la habitual ceremonia del pesaje que se celebra en deportes de contacto como el boxeo y también en las Artes Marciales Mixtas estamos acostumbrados a ver a los dos adversarios poniéndose gallitos uno frente a otro. Es más que un ritual, es algo que se da por hecho para contribuir a la difusión de las imágenes previas al combate y aumentar la salsa del enfrentamiento.

Y es en ese momento de tensión y caras largas (y alguna que otra amenaza (que se lo pregunten a Mayweather, por ejemplo), donde Sean O'Connell, apodado 'The Real OC', rompe todos los moldes. Este luchador nacido en Minnesota hace 33 años suele dejar a sus rivales con cara de póker cuando, por ejemplo, hace como si estuviera jugando a piedra, papel o tijera, se saca un selfie o les invita a beber de su batido.

O'Connell lleva peleando para la UFC desde el 2014. Cuenta con un récord profesional de 17 victorias y 9 derrotas. En su último combate, celebrado el pasado 9 de diciembre, se presentó al pesaje de esta guisa tan navideña. Su rival, pese a aceptar los caramelos, luego le ganó por nocaut técnico en dos asaltos.