Esto que van a leer a continuación no es solo la descripción de un vídeo gracioso de bebés más. No. Es la decepción y el desasosiego personificados. Una tierna criatura siendo testigo de cómo tus progenitores insultan a sus papilas gustativas dándote a probar un trozo de brócoli. Y lo hacen no sé si con nocturnidad, pero sí con alevosía.

Crónica (ilustrada) de una decepción

Al principio tú estás ilusionada porque llevas ya un rato sin comer. Desde que te quitaron el pecho materno te han ido dando a probar distintas comidas que también comen papá y mamá, y de momento todo te ha sabido rico, así que confías plenamente en ellos. Te muestras incluso entusiasmada.

Ves algo verde en la cuchara que se dirige hacia ti. Algo verde. Mmm... Eso es nuevo. Venga, vamos a ello.

Pero de repente te das cuenta de aquello no tiene que ver nada con lo anterior. Oh, no. Pero nada que ver. Es... Es... ¡Es asqueroso!

Pero padres, ¡¿¡Qué tipo de traición es esta!?!

Nadie representará jamás tan bien la repulsa de todos nosotros ante tanta crueldad injustificada. ¿Por qué? ¿Por qué brócoli? Este bebé, ahí donde lo véis, sí nos representa.