Hace apenas unas semanas vaticinaba que en los próximos meses si vivirían "los meses más oscuros de la pandemia". El autor de estas palabras no es otro que el epidemiólogo Michael Osterholm, una de las voces más autorizadas del mundo para hablar de enfermedades infecciosas. El estadounidense ha vuelto a hablar sobre lo que está por llegar y no son buenas noticias.

El experto estadounidense, director del Centro de Políticas y Enfermedades Infecciosas (CIDRAP) de la Universidad de Minnesota, explica en un evento organizado por la agencia Reuters lo que está por venir de la pandemia: aumento de casos y fallecimientos, gente que no comprende o no le importan los peligros, la posibilidad de que la vacuna funcione o no, una inmunidad de rebaño poco realista y que lo peor está por llegar.

Después de toda una vida aconsejando y advirtiendo a los gobiernos sobre lo que supondría una pandemia como la que estamos viviendo, se califica a sí mismo en tono de broma como 'Malas noticias Mike'. De seguir con la actual tendencia, pronostica que en primavera podría haber en Estados Unidos más de 500.000 fallecidos.

Mensaje de optimismo

Sin embargo, el director del CIDRAP también ha otorgado algo de luz en este oscuro camino hasta dejar atrás la pandemia. Cita al desarrollo de numerosas vacunas contra la COVID, unas terapias que están mejorando poco a poco, el mayor conocimiento con el paso del tiempo y más tecnología que nunca para hacer frente al virus. Y, destaca como más importante, "las personas pueden hacer mucho para protegerse a sí mismas y sus seres queridos con mascarillas, distancia social e higiene".

Como ejemplo de buena gestión de la pandemia citó a Australia. Allí, en una de las principales ciudades como es Melbourne, se detectó un aumento de casos en el mes de julio. Gracias a estrictas medidas y un seguimiento serio de contactos se consiguió reducir los casos a cero para finales de octubre. También citó los casos de otros países como Nueva Zelanda, Vietnam, Taiwán o Corea del Sur, que contuvieron al virus sin necesidad de recurrir a medidas autoritarias como China.

Llegarán más pandemias

El experto espera que lo sucedido con el coronavirus sirva como una cura de humildad sobre cómo los microbios pueden alterar la vida humana. "Estos son pequeños virus simples. No son balas. No son bombas. No son virus informáticos. Son simplemente virus, y mire lo que nos hacen".

Además, está convencido de que el SARS-CoV-2 no será el último virus al que se enfrente la humanidad, señalando a la cría de animales como origen de los mismos. "Son condiciones favorables para la propagación de virus, por lo que veremos más de estos eventos". Para Osterholm, es probable que el próximo sea un nuevo virus de la gripe que tenga la misma capacidad de devastación que el de 1918, conocida como la gripe española.