Como medida de apoyo ante la pandemia del coronavirus, el Gobierno aprobó la concesión de una ayuda para aquellos en una situación complicada. Desde el pasado 15 de junio se puede solicitar el Ingreso Mínimo Vital, una ayuda que va desde los 461 hasta los 1.015 euros, en función de las características personales de cada unidad familiar.

Unas ayudas que, a día de hoy, solo han podido disfrutar 3.966 familias de las más de 700.000 peticiones desde que entrara en vigor, según ha asegurado la Asociación Víctimas del Paro. El resto todavía no han obtenido respuesta, lo que significa que se ha concedido solo un 0,57% del total.

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, comentó recientemente en sus redes sociales que este retraso en la concesión de la ayuda se debe a que "las que se presentaron muy rápidamente, que son las más avanzadas en la tramitación, parecen tener un porcentaje alto de errores de documentación".

Una vez se presenta la documentación, si entramos en la web de la Seguridad Social tenemos la opción de consultar el estado de la petición. El resultado puede ser "en estudio" y "actualizada". Dos conceptos que desde el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones no han definido con claridad

Ingreso Mínimo Vital: en estudio y actualizada

Después de presentar toda la documentación necesaria para pedir el Ingreso Mínimo Vital, nos encontraremos ante dos fases del proceso para que esta sea aceptada. En primer lugar, en nuestra solicitud pondrá "en revisión". En este punto, la documentación aportada está siendo estudiada por la Seguridad Social, comprobando que no falte ninguno de los documentos solicitados.

Si todo va bien y no hay ningún problema, el estado de la solicitud pasará a ser "actualizada", lo que significa que todos los documentos son correctos. En ese momento, la solicitud estará lista para ser aceptada o rechazada.