Estados Unidos está siendo una de las zonas más afectadas por el coronavirus a nivel mundial. Los números de infectados y víctimas crecen cada día pero detrás de esos guarismos quedan nombres y también historias como la sucedida en Parkland, Texas.

Una joven de 20 años acudió a una fiesta y se contagió de coronavirus. Sin saberlo, acudió a visitar a sus abuelos, octogenarios, y les transmitió el virus. Los tres fueron ingresados en el hospital de esta localidad norteamericana. Ella tuvo que ser intubada y su abuela trata de recuperarse en la UCI. El abuelo, en cambio, falleció un día antes de que la joven despertara para continuar con su recuperación, tal y como informa El Mundo. 

"Antes de que tuviera síntomas visitó a sus abuelos de 80 años y todos se pusieron enfermos", aseguró el Dr. Chang, jefe médico del Hospital de Parkland, a medios norteamericanos. Una historia real que trata de remover la conciencia de una población joven (y no tan joven) que debe cuidarse y cuidar a los demás del virus.

El jefe de los servicios médicos aseguró que, además de para las familias, el tratar a los afectados por la covid-19 está generando un importante desgaste psicológico en los profesionales. "Les acabo de decir que no van a trabajar hoy, que tienen que irse a casa" asegura.

"Los números son importantes y nos dicen un montón de cosas. Podemos ver un montón de cosas en ellos pero detrás de esos números hay personas". sentencia Chang, que trata de advertir a la población texana con esta historia sobre los peligros del coronavirus.