Un estudio publicado por la Universidad de Yale apunta a que el número confirmado de muertes por coronavirus en Estados Unidos es sustancialmente menor a la verdadera cifra. Utilizando datos del Centro Nacional de Estadísticas Sanitarias, la investigación ha revelado que hay un exceso de muertes en las estadísticas y que se pueden atribuir al COVID-19. Las diferencias entre las cifras oficiales y las reales pueden ser debidas a las discrepancias en los recuentos de los estados del país.

En estos meses, ha habido 122.300 muertes excesivas en Estados Unidos, de las cuales 95.235 han sido atribuidas al COVID-19. Sin embargo, los médicos consideran que ha habido algunos fallecimientos en los que el virus ha sido una causa indirecta, ya que esta enfermedad afecta especialmente al sistema circulatorio, y se ha producido un aumento en los infartos y en los ataques cerebrovasculares. Asimismo, muchas personas no van a urgencias por dolencias que pueden ser fatales, como un ataque al corazón, y por ello fallecen. Los expertos no se arriesgan a ofrecer una cifra concreta de muertos, pero sí sostienen que es más elevada que la oficial.

Mientras, la pandemia sigue avanzando en el país, con un aumento del 5% en el número de casos en todo el país en una semana. Esta subida está afectando a la práctica totalidad de los estados, con Arizona, Texas, Florida y Oklahoma como los territorios más afectados. El último recuento en Estados Unidos es de 2,74 millones de contagiados, y 130.101 muertos.

Los afroamericanos tienen 3 veces más probabilidades de morir 

Otro estudio de Yale apunta a que los pacientes afroamericanos están muriendo a un ritmo mucho mayor que el resto de la población, junto con otras comunidades como los latinos o los indígenas. Según la investigación, los estadounidenses negros tienen hasta tres veces más probabilidades de morir por coronavirus que los blancos, mientras que los latinos tienen casi el doble de probabilidades de morir en la enfermedad.

Otro estudio del American Public Media apuntaba en este sentido. En Kansas y en Washington D.C., la tasa de probabilidades de morir de coronavirus por parte de los negros aumenta hasta 7 veces más.