Estás controlando tu dieta, haces suficiente ejercicio pero nada funciona como antes. Es muy posible que te hayas estancado y que, aunque no lo creas, estés cometiendo algunos errores que te están impidiendo quemar toda la grasa que te gustaría. Quizá estés dando demasiada prioridad al trabajo aeróbico o estés comiendo demasiado poco, cuando los estudios más recientes dan prioridad al trabajo de pesas y al entrenamiento de alta intensidad por encima. Éste, por ejemplo, comparó los resultados de una dieta hipocalórica en un grupo que sólo hacía ejercicio cardiovascular y otro que sólo hacía pesas. Los que hicieron pesas perdieron menos músculo y más grasa que el grupo que solo hizo cardio.

Vamos a repasar los posibles errores que te impiden quemar grasa:

Exceso de trabajo aeróbico

El ejercicio cardiovascular de baja-media intensidad es el que suele recomendar para la pérdida de peso. Sin embargo, se ha demostrado que no es tan importante el hecho de quemar una determinada cantidad de calorías durante el ejercicio, sino tener el metabolismo activo aún después de haberlo realizado. En este sentido, el entrenamiento de alta intensidad por intervalos (o también denominado HIIT) puede ayudarte por su adherencia (requiere menos tiempo para llevarlo a cabo) y la facilidad con la que puedes hacerlo. En una cinta de correr, por ejemplo, puedes alternar un minuto a baja intensidad con otro minuto a intensidad máxima.

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Comes demasiado poco

Las dietas hipocalóricas suelen ser muy efectivas a la hora de perder peso, aunque la clave fundamental reside en la cantidad de grasa que pierdes, no lo que indica la báscula. Suele ser un error comer muy poco y entrenar muy duro, ya que además de sentirte fatigado, tus depósitos de energía estarán vacíos y llegado un punto, el organismo tirará de las proteínas (es decir, bajarás tu tono muscular) en vez de las grasas y carbohidratos, que son la fuente de energía principal a la hora de hacer deporte. En esta situación, la hormona cortisol se dispara y entras en un estado de catabolismo muscular que puede ser incluso perjudicial para tu salud. Asegúrate de que comes suficientes hidratos de carbono y grasas en tu dieta para evitarlo.

No hidratarse adecuadamente

Para entrenar de forma intensa y efectiva, necesitas una suficiente cantidad de agua a mano para evitar la deshidratación. Recuerda que nuestro cuerpo está compuesto en un 70 por ciento aproximadamente por agua, así que si sudas mucho durante tus ejercicios, no pienses que vas a quemar más grasa por eliminar los líquidos de tu organismo. Hay que tener mucho cuidado con los productos diuréticos o las largas estancias en la sauna.

No comer grasa

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Aunque parezca contraproducente, no puedes eliminar las grasas de tu dieta aunque estés buscando quemarlas a toda costa. Siempre se han considerado un nutriente nocivo para nuestro cuerpo, pese a que últimamente se han reconsiderado sus supuestos efectos nocivos. La propia revista Time tituló en uno de sus números: “Eat butter”(come mantequilla) dado que en su justa proporción son muy beneficiosas para nuestra salud y no solo eso, hay grasas que ayudan a quemar grasa. Es el caso de los ácidos grasos omega 6 y omega 3, que se encuentran en aceites vegetales, frutos secos, determinados tipos de pescado o semillas de lino, por ejemplo.

Hacer muchos abdominales

Como hemos hablado en otros artículos, los ejercicios abdominales no eliminan grasa por sí mismos, sino que, como mucho, tonificarán esa parte de tu cuerpo (de la misma manera que tonificas tus bíceps cuando los entrenas). Hacer abdominales no implica ni que se te vayan a marcar los abdominales (ya que encima hay una capa de grasa que hay que borrar) ni que vayas a perder peso. Asimismo, hay que tener un cuidado enorme al realizar ejercicios como el crunch abdominal, que puede perjudicar a tu zona lumbar.