En un mercado japonés que lleva años en decadencia en relación al número de bicicletas vendidas, la marca Chacle ya ha vendido 160.000 bicicletas en menos de 3 años. Todas con un denominador común. Specialized, la marca más pionera del sector, las ha incluído en algunos modelos de sus bicicletas de serie. Vitoria Bikes ha sido la primera marca española en incorporarlas en sus bicicletas de gravel apostando por la personalización y adaptándose a las necesidades del usuario. Gi FlyBike, la marca nº1 en kickstarter, ya ha equipado todas sus bicicletas eléctricas plegables con esta tecnología con el objetivo de mejorar las ciudades.

Ciclistas internacionales y olímpicos en RÍO 2016, como Liubov Basova, las utilizan en sus entrenamientos y no las cambian por nada. ¿Qué está pasando? Parece que nos encontramos ante un cambio de paradigma. ¿De qué estamos hablando? De neumáticos sin aire. Una vez más, la tecnología basada en la evolución gana. En este caso, sí se trata de reinventar la rueda. La tecnología sin aire, ultraligera y sólida va haciéndose hueco entre las tradicionales cámaras de aire para brindar una experiencia única al usuario. ¿Realmente se resuelven las preocupaciones del ciclista? Los ciclistas ya pueden salir sin revisar la presión de los neumáticos. Van ligeros en la bici. No tienen que esquivar los cristales en las calles. Y no llegan tarde por culpa de un pinchazo. Es tiempo de disfrutar sin impedimentos del placer de rodar. Y eso solo es posible con Tannus y su material Aither patentado mundialmente.

Tannus son las únicas ruedas del mercado que garantizan 6.000 km o dos años. Cuenta con una gama de 12 colores diferentes y además, son compatibles con casi todas las bicicletas del mercado. Tanto los test realizados como las opiniones de usuarios confirman que las Tannus han logrado estar a la altura de los neumáticos convencionales en cuanto a peso, confort, rendimiento y grip. La verdadera revolución comienza cuando las necesidades del ciclista se convierten en las necesidades de la marca.