Giro de Italia en directo

La búsqueda de la globalización en el ciclismo ha llevado a que los Países Bajos acojan las salidas del Tour de 2015 y del Giro de 2016. La Grande Boucle arrancó con una contrarreloj de 13,8 km en las calles de Utrecht. La Corsa Rosa comenzará con una crono de 9,8 km en Apeldoorn. En ambos casos, Tom Dumoulin llenó páginas y portadas de los medios locales durante los días previos: "Me gusta que los periodistas y los aficionados se interesen. Quiere decir que confían en mí, que creen que puedo rendir bien. No obstante, no resulta fácil esquivar la presión de unas expectativas altas. Sí que afecta".

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En el Tour se quedó con "una sensación agridulce": "El público se volcó conmigo, no conseguía escuchar la radio de tanto ruido, pero no logré el triunfo ni el maillot amarillo". Concluyó cuarto, a ocho segundos de Rohan Dennis. Cómo no, esta vez desea "la victoria y lucir la maglia del líder". "Ansío empezar el Giro. Se trata de mi debut en la carrera, y el inicio en mi país lo hará aún más especial". Sin embargo, señala a Fabian Cancellara como "máximo favorito" y rebaja la euforia respecto a sus opciones en la general: "Me centraré en las jornadas contra el reloj. Se presentarán tres ocasiones, voy a apurarlas".

De 25 años, ganador en la rampa de Cumbre del Sol y en la contrarreloj de Burgos, confirmó su potencial para las tres semanas en la Vuelta de 2015, en la que Fabio Aru recurrió a todo el Astana y a un ataque lejano para desbancarle en la penúltima etapa, en los puertos de Madrid: "Pese a que acabé sexto en España, me falta bagaje". Dumoulin se lo toma con calma… o evita dar pistas, porque en invierno se preparó en la montaña (y se libró del atropello al Giant en Calpe). "Tras el bronce mundial de 2014, mi reto para 2016 es el oro en la crono olímpica". Ya se verá. En la Vuelta también se puso la piel de cordero.

Tom Dumoulin

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