Alejandro Valverde se vio involucrado en una montonera en el kilómetro 30. El golpe le afectó a la clavícula izquierda y lo explicó de manera muy gráfica: “No pude evitar la caída. Se hizo un afilador delante mí, la gente frenó y se fue al suelo… y yo salí por los aires. Rota no creo que esté, porque si no, no me habría montado en la bici de nuevo, pero sí es cierto que me pinza bastante, como si me clavaran un cuchillo. Me harán pruebas, y a ver qué ocurre”. Aunque el murciano dudaba en la meta de Cumbre del Sol, las exploraciones descartaron la fractura. El Movistar informó de que sólo padecía una “fuerte contusión” y que continuará en carrera.

En la subida final, Valverde sólo cedió 20 segundos (como su compañero Nairo Quintana) ante Tom Dumoulin. E incluso atacó en varias ocasiones: “Lo intenté, ya que en la primera pasada comprobé que el resto no disfrutaba de buenas piernas. Sin embargo, no resultó. Aunque no soy alguien a quien le guste poner excusas, después de la caída pensé que me iba a encontrar mucho peor, que igual tendría que retirarme. No me sentí nada bien, pero tiré de cojones y el equipo me respaldó fantásticamente, como siempre”. Sobre la remontada de Froome, que les sacó 24 segundos entre diferencias y bonificación, se mostró simpático: “Sabemos que no te puedes fiar y cómo compite. No me sorprendió: se queda, llega a tu lado y se marcha. Es su forma de correr. Yo deseo mejorar para Andorra”.