La Classicissima es quizá el Monumento menos previsible. No se sabe dónde estará la clave, si en la dureza del kilometraje (293), si en las cotas finales (el Poggio a 5,5 de meta), si en la lluvia que también amenaza hoy... Y en ese río revuelto espera pescar el Movistar, que ya en la presentación a principios de año su director Eusebio Unzué avisó que ganar una gran clásica era prioritario. Eso explicaría que Valverde se haya apuntado (tras la prueba se irá corriendo a la Volta que arranca mañana) para hacer pareja con su otra baza, Juanjo Lobato.

El de Trebujena (Cádiz) parte entre los favoritos por su cuarto puesto del año pasado y su estado de forma (victoria en Down Under y doblete en Andalucía). Tanto, que algunos hablan ya del sucesor del retirado Freire, ganador de esta prueba en tres ocasiones (2010, 2007 y 2004) y único español en lograrlo junto a Miguel Poblet (1957 y 1959).

El pasado jueves, en el GP Nobili, la pareja del Movistar se probó y se vio la función de cada uno. Valverde primero lo intentó en un corte para, una vez cazado, servir de lanzador a Lobato en el sprint donde acabó cuarto “con grandes sensaciones” y elogios hacia el murciano: “Ha estado increíble”.

Pero hoy el nivel será enorme. Por un lado, el de los hombres rápidos que deben dominar un previsible sprint en la llegada de Via Roma (se recupera el final clásico) si logran pasar las cotas finales. Aquí Kristoff (favorito en las apuestas y ganador de 2014), Cavendish, Sagan, Degenkolb... o el propio Lobato (sexto favorito) deberían pelear. Por otro, el de los hombres fuertes que intentarán endurecer la prueba. Nombres como Cancellara, Stybar, Gilbert o Kwiatkowski... y entre los que se incluye Valverde. Múltiples favoritos para el Monumento más abierto.