El ganador de la Vuelta visitó AS

Alberto Contador: “Me divierto más en la Vuelta que en el Tour”

Contador celebró en AS su tercera victoria en la ronda española. “La cura de la rodilla me dolió tanto, que hasta me metí un calcetín en la boca”, comentó el ciclista sobre su lesión.

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Jornada de resaca, jornada de homenajes. Entre la recepción del presidente Ignacio González en la Comunidad de Madrid y la balconada de Pinto con la alcaldesa Miriam Rabaneda, Alberto Contador encontró un hueco para celebrar también en AS su tercera victoria en la Vuelta a España. Viene con sus inseparables Fran Contador, hermano y mánager, y Jacinto Vidarte, jefe de prensa. La redacción del periódico le recibe con palmas. Reparte saludos. Hay cosas que celebrar.

“¿Qué es más divertido para ti: el Tour o la Vuelta?”, le pregunta Tomás Roncero, que no tapa ante Contador su gran admiración por Purito Rodríguez: “Bueno, Purito y yo somos amigos, sólo nos atizamos en la carretera”, le había aclarado antes el líder del Tinkoff, que no duda la respuesta: “Me divierto más en la Vuelta que en el Tour. Aquí el público es una pasada, no recuerdo carreras con tantas pancartas y pintadas de apoyo. En el Tour disfrutas a veces, pero te pegas tanto, tienes tanta tensión, que no te da tiempo. Sólo disfrutan los debutantes”.

Contador gozó con el final en Santiago: “El podio, el montaje, todo… Para mí fue mejor que en Madrid, aunque admito que me viene mejor acabar en casa. No conocía la Catedral y me alegro de haber tenido la oportunidad”. La crono no le gustó tanto: “Era un peligro. Si hubiéramos llegado justos, nos hubiéramos ido al suelo seguro y más de una vez. Su recorrido estaba imposible, incluso la rampa patinaba”.

No hizo falta arriesgar, porque el duelo con Chris Froome estaba decidido, un rival del que también sacó provecho estratégicamente: “Me ha venido bien el trabajo del Sky, sobre todo al final de la Vuelta, para controlar a Valverde y Purito, porque ellos tienen más chispa y en etapas explosivas me resultan dos rivales muy difíciles de vigilar”.

El duelo Contador-Froome se esperaba en el Tour, pero los dos dieron con sus huesos en el suelo. El triunfador fue Vincenzo Nibali, ¿pero qué hubiera ocurrido con el italiano en la Vuelta? “En el Tour fue el mejor, estaba fortísimo, aunque yo en la Vuelta tampoco me veía tan fuerte como en Francia, allí llegué al mejor nivel de mi vida. Estaba deseando que empezara la montaña, pero me caí antes”.

Una caída que lastimó su rodilla derecha y comprometió su presencia en la Vuelta. Así cuenta Alberto su recuperación: “El trato de la Clínica Cemtro ha sido perfecto. En el Tour tienen un camión-hospital donde te hacen curas: allí me cosieron, pero no con la limpieza que requería. En Lugano se me reabrió la herida y en el hospital me dijeron: ‘Olvídate de la Vuelta’. Entonces llamé al doctor Manuel Leyes y me envió a una persona de su equipo, César Flores, que montó una especie de quirófano en mi casa, me dejó la rodilla otra vez en carne viva y me la limpió. Mi mujer hizo de enfermera. Sólo se podía poner anestesia alrededor, pero no en la herida, hasta me metí un calcetín en la boca por el dolor. Al principio de salir con la bici me dolía mucho, hubo un día que volví pedaleando con una sola pierna. Poco a poco, me iba doliendo menos: los primeros 15 minutos, en las subidas… Hasta que en una salida no me dolió en un puerto y dije: ‘Me voy a la Vuelta’. No soportaba la idea de ver la carrera en la tele, igual que vi el Tour”.

Las tres. Tras conquistar su tercera Vuelta, que también es su sexta grande, junto a dos Tours y un Giro, Contador se marca nuevos objetivos. Uno a corto plazo: el Giro de Lombardía (5 de octubre). Y otro reto sin fecha, quizá inalcanzable: “Me gustaría correr las tres grandes el mismo año, pero lo veo difícil. Si voy, es para intentar ganar. Necesitaría unos recorridos propicios y un equipo fuerte en las tres carreras”.

Entre esas metas, como es sabido, no entra el inminente Mundial de Ponferrada (día 28). Ya ha reiterado su renuncia y Javier Mínguez no le incluirá hoy en la lista definitiva. “Cuando te planteas una temporada, analizas los recorridos que te van bien. El Mundial no se adaptaba nada. Es como pedir a Cavendish que dispute la etapa reina del Tour”, explica Alberto. “La baza, además de Purito, es Valverde. Hay que apostar por él y es mejor que se rodee de ciclistas de su confianza, que lo van a hacer mejor que yo, como Erviti, los Herrada o Castroviejo. Así se lo comuniqué al seleccionador, él lo sabía, pero luego me metió en la preselección”.

Cuando se le cuestiona sobre un posible trabajo de equipo, independientemente de su aspiración personal, Contador insiste: “Ofrezco una plaza a otro, esa es mi generosidad. He trabajado siempre en Mundiales, a veces me he retirado después de hacerlo. Pero esta vez hay ciclistas más hechos ”.

No estará en el Mundial, pero aún hay Contador para rato. Brinda por la Vuelta y por el futuro: “Gracias a todos”. Se levanta apurado por la hora. Y se dirige a casa. Pinto espera.