Joaquim Purito Rodríguez (Katusha) lo intentó de todas las formas posibles pero no lo consiguió. Su objetivo era el podio, consciente de que Chris Froome y Alberto Contador se repartirían los dos primeros puestos del cajón de Santiago, el catalán veía en Valverde a su principal objetivo, por ello atacó, desde lejos y con valentía.

Lo hizo a más de 7 kilómetros de meta, en un puerto de la exigencia de los Ancares, y terminó fundido, como él mismo reconoció al término de esta 20ª etapa que se ha llevado Alberto Contador. "He llegado a pensar que podía ganar. Tenía que darlo todo, si salía bien era un gran resultado, por eso probé desde lejos, aunque Valverde me atacó bien, iba justito", explicó.

Aguantó durante un buen tramo del puerto, hasta que Purito reventó. "Había un falso llano, soñaba con llegar ahí, podría haber resistido, pero ya iba muy justito", declaró el líder del Katusha. Una Vuelta que no confiaba en ganar, pero sí contaba con estar entre los tres primeros, cosa difícil rodeado de tanta calidad. "Soy realista y sé que había corredores mucho mejores que yo. Tocaba reinventarse, probar cosas nuevas", afirmó.

Aun así se va orgulloso de esta Vuelta, con la cabeza bien alta de quien es consciente de que ha luchado hasta el final: "He estado a mi altura, no llega a la de Froome o Contador, ellos están un punto por encima, pero he rendido a buen nivel", y quién sabe si no habrá alguna sorpresa en esa última contrarreloj: "Otra Vuelta que me voy de vacío, aunque quién sabe si no llego y gano la contrarreloj de mañana", declaró entre risas el ciclista catalán.

Tras el final de Santiago de mañana, toca Mundial de Ponferrada, y Purito se encargó de eliminar de un plumazo los rumores sobre posibles celos por el liderato de Valverde. "Para nada me molesta. No hemos hablado con el seleccionador pero por lo que he escuchado es un recorrido que beneficia mucho a Alejandro. Sólo sé que estoy preseleccionado y que será una carrera muy dura", zanjó Purito.